Después de haber pasado por audiencia pública, se sancionaron en las sesión de este jueves de la Legislatura porteña en segunda lectura las aprobaciones de dos convenios urbanísticos entre particulares y empresas con el Gobierno de la Ciudad, mediante los cuales se flexibilizan determinadas normas urbanísticas y de edificación a cambio de contraprestaciones o aportes económicos a la Ciudad.
Uno de los convenios refiere a un predio en Villa Crespo, lindante con las vías del Ferrocarril San Martín y delimitado por las calles Juan Ramírez de Velasco, Vera y Fitz Roy. Se permitirá edificar allí para usos comerciales, de oficinas, locales y residencias. A cambio, el Estado porteño percibirá poco más de un millón de dólares y los privados se comprometen a crear un espacio público de 1.237 m² con infraestructura, forestación, desagües, veredas, mobiliarios, etc.
El otro convenio incumbe a los inmuebles que pertenecían al Ministerio de Defensa, donde funcionaba la Sastrería Militar del Ejército Argentino y que hoy pertenecen a propietarios particulares.
Allí se planifica una gran obra de edificación en altura, para uso residencial, en el predio delimitado por las calles Clay, Baez, Dorrego y el deslinde con el Campo Argentino de Polo. Para ello, el gobierno de la CABA autorizará las adecuaciones normativas.
Como contraprestación, la Ciudad percibirá un aporte de 2,5 millones de dólares y la transferencia sin costo del terreno lindero de 6.750 m², delimitado por las calles Clay, Baez, Dorrego y Huergo, que se catalogará como Urbanización Parque y se destinará a un espacio verde, público y de libre acceso.
Desde el Observatorio del Derecho a la Ciudad criticaron estos convenios aduciendo que se trata de “convenios urbanísticos a medida”.