Veinte policías y seis patrulleros se movilizaron hasta la multitudinaria playa de Necochea para arrestar a tres mujeres que estaban haciendo Topless, es decir, tomaban sol sin la parte superior de su bikini. Mientras tanto, una periodista en Palermo sufrió un intento de violación en pleno Palermo, y ningún agente de seguridad la vio. ¿Hay que empezar a mostrar las tetas, entonces, para exigir nuestra seguridad? ¿Es más peligrosa una teta que un violador?
A partir de lo sucedido en Necochea, varias organizaciones que velan por los derechos de las mujeres convocaron a un “tetazo” en el Obelisco el martes 7 de febrero a las 17, una movilización para expresar el rechazo a la desmedida acción policial, que actuó solo amparado en la “moral” y no respetó la libertad.
Según la ley, el exhibicionismo de genitales está prohibido. Lo que pasa es que las tetas no son consideras genitales puesto que todos las tienen. “Con acto, palabra, dibujo o inscripción torpe u obscena ofendiera la decencia pública”, dice también la ley. Es decir, que los agentes de seguridad actuaron amparados en supuesta falta a la “decencia pública”, basada solo en cuestiones morales.
Las tetas de una mujer aparecen en revistas y en los programas con más rating de la televisión y son celebradas, pero en una playa en Necochea son censuradas. La movilización del “tetazo” busca que muchas mujeres se presenten en tetas en el Obelisco para liberar a los senos femeninos, y buscar así la igualdad de oportunidades.
Así fue el momento que los agentes de seguridad se acercaron a las mujeres haciendo topless en Necochea, donde amenazan con “ponerle los ganchos” y llevarlas a la comisaría, simplemente por tomar sol: