El domingo último, tras el cierre del balotaje porteño, el armador macrista Maximiliano Corach respiró tranquilo al recibir los números preliminares de la Comuna 14. Allí, en Palermo, Horacio Rodríguez Larreta superaba a Martín Lousteau con comodidad, por casi 20 puntos, pero el final no fue el esperado. “Cuando me subí al auto escuché que ganábamos por tres puntos. No me asustó, pero sí me sorprendió”, admitió el presidente de la Comuna 14 en diálogo con Noticias Urbanas.
Una de las claves de la victoria de Rodríguez Larreta frente a Lousteau puede encontrarse en el norte de la Capital, donde el partido que encabeza Mauricio Macri obtuvo una amplia diferencia frente a la coalición que lidera el exministro de Economía. Entre las comunas que aglutinan a Palermo, Recoleta, Belgrano, Núñez y Colegiales (2, 13 y 14), el oficialismo porteño sumó 228.279 votos y por poco no duplicó los 144.666 de ECO. La resta es sencilla: 83.613 votos. El resultado final del domingo otorgó a Larreta una ventaja de 54.745 votos sobre Lousteau.
¿El norte salvó a Macri de un papelón electoral? Este es uno de los interrogantes a los que respondió Corach en esta entrevista, en la que aseguró que el Pro “trabaja tanto en Palermo como en Lugano”.
–¿Qué pasó en el balotaje, en el que se vaticinaba un triunfo holgado y fue, más bien, ajustado?
–Se juntaron todos los espacios de la oposición detrás del candidato que podía darle pelea al del Pro, en este caso a Horacio. La intención era clara: perjudicar la candidatura nacional de Mauricio.
–¿A Lousteau lo votaron los kirchneristas, entonces?
–Está claro que el voto kirchnerista se movilizó en bloque hacia Lousteau. Y no creo que lo haya hecho convencido ni mucho menos. Esa no es la cantidad de votos con los que cuenta ECO. Pero la Ciudad de Buenos Aires nos volvió a elegir y eso es lo más importante.
–¿Lo asustó el resultado final, la diferencia de apenas tres puntos?
–A mí me pasó algo particular. Estaba recibiendo de mis fiscales las mesas de la comuna, donde ganábamos muy bien, y cuando me subí al auto escuché que ganábamos por tres puntos. No me asustó, pero sí me sorprendió. Fue más ajustado de lo que pensábamos, pero es un balotaje y no era contra el kirchnerismo. Ahí creo que podría haber sido diferente. Sin embargo, repito, cuando hubo que ganar las quince comunas se hizo por quince puntos y se retuvo a casi todos los legisladores. Ganamos las tres elecciones que tuvimos.
–El domingo, el Pro ganó sólo en las comunas del norte, que fue donde más diferencia sacó en las tres elecciones. ¿Hay resistencia al macrismo en el sur?
–No sé si hay diferencias en la Ciudad. Cada zona tiene su estilo, idea, historia. Acá, en Palermo, la verdad es que siempre nos ha ido muy bien. Quizás la explicación hay que buscarla en que el FpV y ECO han trabajado más en el sur que en el norte. Nosotros trabajamos igual en todos lados y tenemos excelentes comuneros; los resultados están a la vista. Nuestra gestión trabaja tanto en Palermo como en Lugano. No es que en Palermo se hace gestión y en Lugano no. En el sur se hace y se ha hecho mucho.
–Tras el balotaje circuló una broma que decía que al Pro lo votó la Línea D del subte, que es la que recorre la zona norte.
–(Risas) Puede ser, pero donde más cambios y mejoras hubo fue en la Línea A, donde había trenes de casi cien años. El kirchnerismo tuvo en las primarias más votos en el centro y en el sur. Y ahí podés ver por qué creció Lousteau en esos barrios.
–¿Se perjudicó la campaña nacional de Macri por el resultado del balotaje?
–Los balotajes son muy particulares, porque mucha gente se queda sin candidato y tiene que elegir entre dos opciones. Entonces, muchos ponen un voto funcional, pero no convencido. Nosotros partimos de una base muy buena para las elecciones nacionales. Y creo que muchos de los que votaron a Lousteau van a votar a Mauricio. Estoy convencido de que va a hacer una muy buena elección en la Ciudad y también en el país. Esta fue una gestión histórica para la Capital.
–¿Macri va a sacar más votos en la Capital de los que sacó Larreta?
–No me cabe duda de que Mauricio es el líder que más votos atrae en el Pro. Su figura ya está muy consolidada. Y si bien Horacio estuvo en la columna vertebral de la gestión en estos ocho años, a partir del 10 de diciembre él va a ser quien lleve a cabo el desafío de mejorar todo lo hecho. Nos pusimos una vara muy alta ahora.
–¿En qué se puede diferenciar Larreta de Macri?
–La gestión va a ser parecida a lo que fue hasta ahora. Sin duda, Horacio le pondrá su impronta. Es difícil diferenciarlos porque ambos están haciendo un trabajo muy similar. Horacio siempre estuvo muy cerca de los vecinos.
–Tras el balotaje hubo replanteos de los socios en Cambiemos, la UCR y la Coalición Cívica. ¿Habrá un cambio en la campaña hacia la interna nacional?
–Nosotros, dentro de Pro, hicimos unas PASO donde se jugó muy fuerte, pero siempre con respeto, coherencia y con cuidado del espacio político. Las PASO de Cambiemos tienen que ser iguales. Lo importante es que todos los sectores hagan conocer sus propuestas, sus equipos y sus candidatos.
–¿Cuál va a ser la estrategia del macrismo?
–La estrategia está a la vista, en las recorridas, en las charlas con los vecinos, en lo que hacemos desde hace meses con la campaña porteña. Y todavía nos faltan algunos meses más porque esperamos seguir así hasta el balotaje de noviembre o hasta octubre, porque apostamos a ganar en primera vuelta. Nosotros proponemos que somos el cambio porque creemos que estos últimos doce años han sido perjudiciales para el país, y si vuelve a ganar el kirchnerismo se hipoteca el futuro. Esto se hace trabajando en la confiabilidad en las instituciones, con reglas claras y respetando las leyes.
–Usted critica al kirchnerismo, pero Macri, el domingo, reconoció algunas medidas del Gobierno.
–Mauricio siempre ha hecho una oposición constructiva y no destructiva, al contrario de como ellos hacen con nosotros. A Mauricio no se le cae un anillo por reconocer lo que se hizo bien. Por ejemplo, está bien que Aerolíneas Argentinas sea del Estado, pero está mal que pierda plata en manos del Estado.
En primer plano
•Un restaurante. Il Gatto, de Palermo.
• Una comida. Asado. “Me gusta hacerlo y comerlo.”
• Un lugar porteño. La cancha de River.
• Una figura histórica. Juan Domingo Perón.
• Un perfume. No usa.
• Una frase. “Las utopías sirven para acercarse a un destino.”
• Una película. “No soy amante del cine, pero me gustan las de Olmedo y Porcel.”
• Un libro. “El de mi viejo, Carlos Corach: 18.885 días de política.”