Desde su nacimiento en 2001, en el momento que Argentina afrontaba una de sus peores crisis económicas, la Asamblea de Villa Urquiza se convirtió en un emblema de lucha y desde entonces resiste como un espacio de contención, ayuda y formación para todo el barrio.
Pero ahora, el espacio se encuentra el peligro debido a un juicio de desalojo que impulsó el Estado y del que no recibieron notificación alguna. Con lo cual, sus integrantes se encuentran en asambleas permanentes para pedir solidaridad con el tema. También denuncian que hay un negocio inmobiliario, detrás del desalojo del lugar que funciona a pasos de la estación de tren General Urquiza, en la calle Triunvirato, entre Roosvelt y la vía.
“Esta semana nos enteramos de que el 27 de diciembre la ADIF-SE -organismo que administra las tierras del ferrocarril- inició un juicio contra nosotros, catalogándonos de ser una vivienda. No nos notificaron, el juicio se desarrolló, no tuvimos lugar a la defensa porque no estábamos enterados y se resolvió que sí, que el desalojo se efectivice”, explicó Valeria, una de las integrantes de la Asamblea, al portal La Retaguardia. Y advirtió que no sólo la asamblea está amenazada, ya que en la misma manzana hay viviendas: “Dejarían a siete familias en la calle, sabemos que la situación de algunos de ellos es muy precaria”.
Desde el lunes último la asamblea está en estado de alerta. “No sabemos qué va a pasar, pero estamos poniendo todo para resistir”, señaló Valeria. Y agregó: “La gente sabe que acá puede entrar y si hay comida puede comer, puede calentarse una pava, pasar al baño, puede estar un rato con nosotros, hay gente que llega y simplemente se sienta mientras nosotros desarrollamos nuestras actividades. También cada vez más gente nos pide ropa. Tenemos una gratifería, perchero comunitario”. Resaltó, además, que en los momentos de crisis económica como la actual es cuando espacios como la Asamblea se vuelven más fundamentales para el barrio.
“Ellos nos dicen que nos van a desalojar porque somos ocupas, y no lo somos. Somos vecinos, este es nuestro territorio, lo estamos defendiendo, acá hacemos nuestras movidas, nos expresamos, es el lugar donde somos quienes somos. Están vulnerando todos nuestros derechos”, dijo Liliana, otra referente de La Asamblea, a La Retaguardia. Y remarcó que el inminente intento de desalojo “es parte de esta movida de gentrificación, es parte de colonizarnos la subjetividad, es parte de convertir toda la Ciudad en Puerto Madero, es parte de un plan que tienen, que es siniestro“.
“Aparte es un negociado, hay mucha guita. Hoy en la asamblea funciona el bachillerato popular Berta Cáceres, funciona una consejería pre y post aborto -que es emblemática en la lucha por la ley del aborto-, funcionan talleres de integración, por ejemplo el de tango está ligado al taller de tango del Hospital Alvear, muchos talleres de oficios, como electricidad, serigrafía, talleres de danza experimental, cubrimos todo el espectro. También es un espacio político, donde siempre hubo actividades de CORREPI, de la gremial de abogados. Es un lugar donde se manifiestan las disidencias de género, identidades contra hegemónicas, es un espacio feminista, es un espacio con 16 años de activo, abierto a todas estas personas que no encuentran otro lugar, también es un espacio para los vecinos, porque yo doy el taller de tango y se llena, es un espacio que los vecinos siguen frecuentando. Los vecinos pueden presentar proyectos, eventos, peñas, milongas, bandas, les damos vía libre. Es un espacio horizontal, autogestivo, es emblemático, es un espacio que está tomado hace 16 años, por lo tanto cuestiona las formas de propiedad que el sistema nos obliga a padecer”, detalló la referente barrial.
Según le dijeron a Noticias Urbanas, los integrantes de la asamblea, “la legislatura autorizó construir emprendimiento inmobiliario, y ahora el estado nacional los quiere desalojar para hacer el negocio y vender las tierras”.
El próximo sábado 6 de octubre, en la plaza de Triunvirato y Roosvelt –a metros de la Asamblea- se realizará una actividad a partir de las 15 en defensa del espacio.