El expresidente ecuatoriano Rafael Correa aseguró estar “muerto de vergüenza” luego de que la Policía de su país ingresara por la fuerza a la embajada de México y detuviera al exvicepresidente Jorge Glas a pesar de su condición de asilado político, y advirtió que el hecho constituye un “motivo de guerra” entre ambos países.
El dirigente responsabilizó al gobierno de Daniel Noboa por lo que calificó como una situación “sin precedentes en la historia latinoamericana y mundial”. “Es primera vez en la historia que sin consentimiento del gobierno se entra a una sede diplomática, que es suelo extranjero. Es un caso bélico, es motivo de guerra”, afirmó en C5N.
“Un gobierno como el de Noboa no nos representa, el niño rico al que le regalaron la presidencia porque asesinaron a un candidato y culparon a nuestra candidata sabiendo quiénes eran los culpables”, denunció durante una entrevista con Adrián Salonia para Bien de Domingo.
Correa destacó que “gracias a Dios” el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, es “muy sensato y ha salido a actuar muy mesuradamente. Pero fácilmente México podría bloquear el puerto de Guayaquil, de donde entra y sale el 80% del comercio internacional, y nos hace quebrar en dos meses”, señaló.
También consideró que este es “un hecho aislado” por parte del presidente Noboa, a quien calificó como “un muchacho malcriado que se encontró con la presidencia, totalmente inpreparado, que está acostumbrado a ganar siempre, a hacer lo que le da la gana con sus millones, y confundió el país con su hacienda bananera”.
“Secuestran en suelo extranjero a la delegación diplomática mexicana y entramos a suelo extranjero para secuestrar a un asilado. Destrozan todo el derecho internacional. No enfrentamos el fascismo, sino la barbarie; estos tipos han atentado contra los principios de la misma civilización. Ni las peores dictaduras se atrevieron a tanto”, sostuvo.