Los acuerdos se firmaron los días 1 y 14 de diciembre junto con autoridades brasileñas, suizas y americanas, los tres países en los que operó la trama corrupta de Petrobras.
Odebrecht se comprometió a devolver 3.828 millones de reales (1.148 millones de dólares) y Braskem otros 3.131 millones de reales (939 millones de dólares), los que pasarán a los fondos públicos, a las víctimas de la corrupción, a Petrobras y a otras esferas de poder.
La empresa petroquímica Braskem —operada por Odebrecht y Petrobras— es la que tiene más deudas pendientes con el extranjero. Tendrá que devolver 160 millones de dólares a las autoridades estadounidenses —la mayoría al Departamento de Justicia de Estados Unidos— y otros 95 millones de francos suizos a la Fiscalía suiza.
Las autoridades judiciales de Estados Unidos informaron que parte del esquema corrupto se desarrolló en Estados Unidos, con cuentas bancarias “off-shore” y empresas pantalla.
Además, directivos de Odebrecht mantuvieron reuniones en Miami en los años 2014 y 2015 para establecer los procedimientos ilegales. Los investigadores de la Operación Lava Jato resaltaron que además de pagar, las dos empresas se comprometen a revelar hechos ilícitos, “incluyendo hechos que involucren a agentes políticos de gobiernos federales, estaduales, municipales y extranjeros”.
También aceptaron implantar medidas de integridad y transparencia y someterse a controles independientes en un plazo medio de dos años.
En un comunicado el procurador de la Operación Lava Jato Deltan Dallagnol se mostró satisfecho porque este tipo de acuerdos “multiplican la dimensión” de la operación y además ayudan a las empresas a preservar empleos y retomar la actividad económica. El Ministerio Público Fiscal subrayó que se trata del mayor acuerdo en términos monetarios por casos de corrupción realizado en la historia del mundo.