El presidente del bloque de la UCR en la Legislatura de Córdoba, Marcelo Cossar, cuestiona al gobierno provincial de Juan Schiaretti por las medidas sanitarias y el proceso de vacunación; y pide que se dirima a través de consensos la interna caliente de Juntos por el Cambio local, en una provincia donde el peronismo gobierna hace 22 años.
¿Cómo fue el proceso de vacunación en la provincia de Córdoba?
Malo, muy malo. Empezó muy mal. Se empezaron vacunando los funcionarios, los intendentes, los amigos del poder, cuando no se habían vacunado todavía los adultos mayores, los docentes. A mediados de enero ya había más de 400 funcionarios que se habían vacunado con las dos dosis, cuando el 90 por ciento de la gente no tenía la primera dosis. Siempre digo que Córdoba no tuvo un Ginés García o un Horacio Verbitsky, con tanto renombre, y que no se le dio el alcance que tuvo. De este tema me ocupé en la Legislatura, y hay un fiscal que está investigando a más de 800 hombres y mujeres que se creyeron más importantes que los demás. Córdoba tiene una larga lista de diputados VIP. Así empezó. Después se fue emprolijando. Pero sigue mal. En el Monitor de Vacunación nacional, donde uno puede verificar el programa de vacunación que se lleva adelante en las distintas provincias, la última actualización de Córdoba data del 26 de febrero. La respuesta del Gobierno es que suben la información a YouTube. Cuando el mundo cree en el acceso a la información, Córdoba no.
La realidad de la educación es similar a la que tiene lugar a nivel nacional. En este momento, tenemos 100 por ciento de virtualidad, con un agravante: el gobierno reconoció en abril del año pasado que no menos de 40 mil alumnos estaban sin posibilidad de conectarse.
¿Cómo ve la postura del gobierno de Schiaretti con las medidas sanitarias?
Córdoba tuvo récord de muertos. Es la tercera provincia en cantidad de muertos. El tema de las medidas reticentes a los pedidos nacionales es por la una obsesión del peronismo de Córdoba de desmarcarse del peronismo nacional. Pero no por ideología, sino por las encuestas. Si hay una provincia que con los años no ha dudado de expresarse como antikirchnerista es Córdoba. En un 70 por ciento. Y eso, Schiaretti lo ve, lo lee. Por más que comparte con las políticas nacionales, busca diferenciarse, mirando las encuestas y mirando la cuestión electoral. Y eso lo llevó a tomar decisiones que tuvieron consecuencias. Pero las decisiones se tienen que tomar en función de los datos. Hay que mirar la cuestión sanitaria, la económica y la educacional. Hoy estamos con más de 5000 muertos. Un número que uno pensaba que iba a abarcar a toda la Argentina, pero sólo pasa en la provincia de Córdoba. Acá el gobierno se preparó bien para la primera ola. Y todos sabían que después de la primera ola, llegaba la segunda. Pero la segunda ola encontró al gobierno de Córdoba con el mismo personal de salud, sin capacitación, y hospitales modulares que no se usan porque no tienen oxígeno. Entre la primera y la segunda ola no se hizo nada. La asistencia ha sido totalmente insuficiente.
¿Y a nivel económico?
De las líneas de asistencia al comercio, la mayor parte son reembolsables. Hoy Córdoba tiene una realidad sanitaria preocupante, y una realidad económica inquietante, y una situación de la educación grave. La realidad de la educación es similar a la que tiene lugar a nivel nacional. En este momento, tenemos 100 por ciento de virtualidad, con un agravante: el gobierno reconoció en abril del año pasado que no menos de 40 mil alumnos estaban sin posibilidad de conectarse.
¿Cómo se resuelve la interna de Juntos por el Cambio en Córdoba?
Por aciertos ajenos y errores propios, acá gobierna hace 22 años el peronismo. Y el de 2019 fue nuestro último error. Negri, Mestre, el radicalismo, el Pro, todos fuimos divididos. Entre que fuimos divididos y que el peronismo es difícil de desbancar, lo volvieron a elegir. Y en 2023 van a cumplir 24 años y medio ininterrumpidos en el poder. Cambiemos se constituyó en Marcos Juárez, mucho antes que en Capital Federal, en una alianza entre el radicalismo y el Pro. Nació acá casi. Haber ido divididos nos pone hoy, en la Legislatura, en una situación en la que los radicales estamos divididos en dos bloques: el radicalismo, y Juntos por el Cambio. Tenemos 10 legisladores en dos bloques distintos. Quedamos así entre la lista de Negri y la de Mestre. Hoy, esas diferencias, que existen y existieron, están zanjadas. Venimos de tener una elección interna hace unos meses, renovamos las autoridades, y vamos a tener un encuentro virtual del radicalismo, que con sus distintas expresiones, zanjó las diferencias, y entiende que hay que poner un freno al gobierno nacional. Como planteó Negri, estamos a siete diputados de que la Argentina encuentre una situación cuanto menos delicada. Tenemos que pensar cómo hacemos, como partido, para estructurar una lista competitiva para ganar. Nadie duda de que las elecciones las gana Juntos por el Cambio. Todo el mundo lo admite, en on y en off. El tema es por cuánto ganamos. Si vamos juntos, con una buena lista, de los nueve diputados que pone Córdoba, Juntos por el Cambio puede llegar a ganar seis, y los dos senadores. Estamos en un momento delicado, porque hace pocos días se dijo que el Pro iba a hacer una Unión con el Frente Cívico, de Luis Juez, excluyendo al radicalismo. Hay posibilidades de que el radicalismo compita con lista propia, en las PASO, encabezada por Mario Negri. Se gana o se gana en 2021. Pero creo que tenemos que ganar bien. La gente está harta que pidamos un esfuerzo y sin que lo hagamos nosotros.