Inseguridad, inflación. Inflación, inseguridad. Durante años, sobre todo después de la crisis de principio del siglo XXI, la tabla de preocupaciones de los argentinos, medidas casi mensualmente por las consultoras, oscilaba entre estos dos tópicos, variando según el problema de moda.
Posdevaluación, por caso, irrumpía con fuerza el temor a la estampida de precios. Tras una seguidilla de secuestros extorsivos, reaparecía con más fuerza y punteaba el miedo a los robos y/o a perder la vida en un cruce con delincuentes.
El arranque del Gobierno de Mauricio Macri, con el corrimiento del dólar, más el tarifazo, disparó una vez más la mira hacia los bolsillos. Pero llamativamente (o no tanto), en las últimas semanas, de modo casi inédito, la corrupción creció en ese ranking que supone medir el humor social del común de la gente.
La novedad se reflejó en al menos dos encuestas que circularon esta semana. Vale un breve resumen de cada una.
Ibarómetro. La empresa de “opinión pública e investigación de mercado” hizo un relevamiento de campo entre el 12 y el 15 de este mes. Juntó 1.200 casos de modo telefónico, de mayores de 16 años, en todo el país, con un margen de error de 2,8 por ciento. Primero se consultó a la gente sobre “¿qué sentimiento le inspira el futuro del país?”. Según destaca la consultora, por primera vez en el año, los sentimientos “negativos” les ganan a los “positivos”: 51,2 por ciento (“incertidumbre” más “temor”) a 41,1 por ciento (“esperanza” más “entusiasmo”). También una amplia mayoría (66,7%) considera que la situación económica oscila entre “mala” y “muy mala”, pero, a favor del Gobierno, una buena porción (42,9%) dice que la economía estará mejor dentro de un año.
Luego, en el trabajo con un informe de 13 páginas, se aborda el habitual ranking de preocupaciones. “¿En su opinión, cuál es el principal problema del país?”, consulta la encuestadora. Y allí aparece primero la “corrupción”, con un 24,4 por ciento, 3,7 puntos más que en la anterior medición de Ibarómetro, en febrero. Segunda aparece la “inflación”, con 16,4 por ciento; tercero, el “desempleo”, con 15 por ciento; cuarta, la “pobreza”, con 14,1 por ciento, y recién quinta, la “inseguridad”, con 13,4 por ciento. Una escalera impensada años atrás.
Cuando se hace el recorte por sexo y edad, los más alertas por la corrupción son las mujeres (26,8% vs. 21,7% de los hombres) y los mayores de 50 años (28%, contra 23,7% de los de 30 a 50, y 20,2% de los menores de 30).
El Gobierno actual, siempre según el trabajo de Ibarómetro, sigue sacando buena tajada en la percepción de la gente con su promesa de campaña de “luchar contra la corrupción”: casi un 60 por ciento lo pondera de manera positiva.
Analogías. En este caso, fue un relevamiento del 11 al 14 de este mes, de 2.226 casos, también telefónicos y de mayores de 16 años de todo el país, con un margen de error de 2,1 por ciento. En este trabajo se arranca directamente con el ítem de preocupaciones. Hay varias coincidencias con la encuesta de Ibarómetro. Puntea “corrupción”, que crece respecto a febrero; lo sigue “inflación”, e “inseguridad” aparece quinto. Pero los números marcan algunas diferencias.
De acuerdo a Analogías, un 31,5 por ciento considera a la “corrupción” como “la principal problemática de nuestro país”. Llama la atención el aumento respecto de febrero, cuando “solo” un 18 por ciento la ubicaba al tope. La “inflación” figura segunda, con 23,7 por ciento, y completa el podio la “falta de trabajo”, con 16,8 por ciento. Más abajo vienen “falta de vivienda”, con 8 por ciento, e “inseguridad”, con 6,5 por ciento.
Los saltos respecto a la medición de la misma consultora de dos meses atrás son llamativos, no solamente en el rubro “corrupción”. “Inseguridad”, por caso, era la principal preocupación en febrero, con 22,6 por ciento, y ahora cayó al quinto. En sentido inverso, el temor a la falta de trabajo creció de 7,2 a 16,8 por ciento.
Según esta encuesta, la imagen del Gobierno en general y de Macri en particular en la gestión siguen siendo positivas: 57,3 y 56,5 por ciento, respectivamente.
Si bien ninguna de las dos consultoras profundiza sobre con qué dirigentes o partidos políticos se vincula a la corrupción, casi por default podría concluirse que la reactivación de las causas contra exfuncionarios kirchneristas incidió en los números. La lista de los citados a Tribunales apabulla: desde Cristina Kirchner, Axel Kicillof y Alejandro Vanoli hasta Julio de Vido, Ricardo Echegaray y Juan Pablo Schiavi. Ricardo Jaime directamente está preso, igual que uno de los dos empresarios que más se enriqueció haciendo negocios, amparado por el Gobierno durante los 12 años del kirchnerismo: Lázaro Báez. El otro, Cristóbal López, también está apuntado por la Justicia y pronto tendría que desfilar por Comodoro Py.
Este boom de causas por la corrupción acaso le sirva en el corto plazo al Gobierno macrista para matizar la críticas que despierta el ajuste económico que marcó el arranque de la gestión. Pero puede ser un arma de doble filo: el rechazo de la gente al abuso de los funcionarios incluye a la actual administración. Y quizá con más presión que antes. La promesa de transparencia y la comprobación de los escandalosos desvíos de fondos del Gobierno que se fue hacen que la tolerancia empiece a acercarse a cero.