La Cámara Nacional de Apelaciones ordenó este lunes la detención inmediata del policía Ricardo Ayala, miembro de la Policía Metropolitana que disparó con su arma reglamentaria a Lucas Cabello el 9 de noviembre en La Boca. Ayala había quedado en libertad de manera momentánea.
El fallo rechazó de forma contundente la hipótesis de la defensa que intentaba sostener “la legítima defensa”. A partir de la jurisprudencia citada en la resolución, el tribunal de alzada nacional consideró que se “excluyen de la legítima defensa los casos de lesiones inusitada o aberrantemente desproporcionada”.
Los magistrados revirtieron la calificación otorgada por la resolución del juez Osvaldo Rappa y modificaron la calificación legal a “tentativa de homicidio agravado por la condición del imputado de ser miembro de una fuerza de seguridad”. Así, los camaristas rechazaron la hipótesis de la defensa que intentaba establecer que Cabello se encontraba armado.
Filozof y Lucini consideraron que “el medio empleado por el indagado muestra una grosera desproporción e irracionalidad entre aquello que presuntamente pretendió evitar y lo que causó”. El fallo destaca además el señalamiento efectuado al interponer el recurso de apelación por Calleja y Palazzani, respecto a que la conducta de Ayala configura una “gravísima violación de los derechos humanos, en tanto se ha vulnerado la integridad física de Cabello con riesgo de su vida, mediante la potestad que el Estado le brinda a un agente de una fuerza de seguridad”.