La época de lo políticamente correcto parece haber terminado. Ahora, las cosas se dicen y se hacen sin necesidad de pronunciar un doble discurso. Y el mejor ejemplo de eso, son las actitudes de Estados Unidos e Israel.
Israel anunció su retirada de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), informó el primer ministro Benjamin Netanyahu, siguiendo la decisión adoptada por Estados Unidos.
“El primer ministro Netanyahu pidió al Ministerio de Exteriores que prepare la retirada de Israel de la organización en paralelo a Estados Unidos”, informó la oficina del primer ministro.
“La UNESCO se ha convertido en el teatro del absurdo donde se deforma la historia en lugar de preservarla”, añadió.
Poco antes, Netanyahu había saludado la decisión de Washington citando su “parcialidad” contra Israel.
“Es una decisión valiente y moral porque la Unesco se ha convertido en un teatro del absurdo y porque en lugar de preservar la historia, la distorsiona”, señaló.
La directora general de la Unesco, Irina Bokova, señaló desde París que el secretario de Estado, Rex Tillerson, le comunicó su decisión, que “lamentó profundamente”. “En un momento en que la lucha contra el extremismo violento exige nueva inversión en educación, en diálogo entre culturas para prevenir el odio, es profundamente lamentable que Estados Unidos se retire de la agencia de la ONU que se ocupa de esas cuestiones”, dijo Bokova.
“La labor de la organización no ha terminado pero será necesario el compromiso de los Estados miembro, añadió.
Estados Unidos ya había dejado de pagar sus aportaciones al organismo en 2011 en protesta por su decisión de considerar como miembro a Palestina, que aún no es un Estado reconocido por la comunidad internacional, pero no se retiró entonces. También fue controvertida su decisión el verano (boreal) pasado de declarar la ciudad vieja de Hebrón Patrimonio Mundial palestino, que indignó a Israel.