Ni la confirmación de la condena a Cristina Fernández de Kirchner por corrupción ni su encumbramiento como presidenta del PJ tendrán mayor impacto en las estrategias de los dirigentes peronistas de las distintas provincias. Eso fue siempre así en los distritos donde hay un liderazgo claro de un gobernador del PJ, pero la situación se extiende ahora también entre los referentes justicialistas de distritos gestionados por otras fuerzas, que arman su juego en función de las necesidades territoriales y no siguiendo, necesariamente, los lineamientos de la presidenta del PJ.
En términos reales, hoy Cristina Kirchner tiene poca ascendencia sobre las estrategias distritales, aunque admitieron que eso puede cambiar a la hora de armar las listas para las elecciones legislativas del 2025.
Aunque la expresidenta apunta a rearmar el PJ antes de los comicios del próximo año, en las provincias donde el partido es oposición se inclinan más por tomar distancia de ella que por alinearse. El kirchnerismo tiene presencia en todos los distritos, pero en la mayoría no es el que gestiona la estrategia y debe alinearse o tensiona con la conducción de otros referentes peronistas.
La relación de la expresidenta con el gobernador bonaerense está deteriorada en lo personal y en lo político. Si bien los últimos cruces no terminaron en un quiebre del partido, hay incertidumbre sobre cómo seguirá el PJ en el mayor distrito del país, clave en el mapa electoral. Los embates de La Cámpora contra el mandatario, como el que ayer protagonizó la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, se han vuelto moneda corriente en la provincia.
Bordet se reunió con Cristina Kirchner en el Instituto Patria; el encuentro fue en paralelo con la discusión en Entre Ríos de la adhesión al RIGI. El peronismo lo trabó en el Senado, donde pidió sumar una cláusula antinarco, similar a la que incluyó Maximiliano Pullaro en Santa Fe. La situación se tensionó al máximo, pero finalmente el oficialismo provincial logró la ley. Desde el círculo de Bordet rechazaron que hubiera habido influencia de la expresidenta.
Para los frigeristas, una “radicalización” del peronismo los terminaría beneficiando en términos electorales. Bordet –quien apuntó a “operaciones de prensa” el vincular el rechazo al RICI con su reunión con Cristina Kirchner– aseguró a la prensa que trabaja “en búsqueda de un peronismo a la entrerriana (…), que sea amplio, que vaya a hacer un frente político con otros sectores con los que tenemos una mirada similar y preocupaciones sobre la realidad similares”.
En la provincia también está el extitular de la Aduana, Guillermo Michel, otro dirigente que se encontró con Cristina Kirchner y que se involucra en el “ordenamiento” del PJ entrerriano; también tiene vínculo cercano con Sergio Massa.
En Santa Fe, Pullaro impulsó la ampliación de la Corte Suprema de Justicia, con un tope de 75 años a sus miembros, y la reforma de la Constitución provincial, y logró la aprobación legislativa. El peronismo santafesino no tiene un líder claro: no lo es el exgobernador Omar Perotti. En esa jurisdicción juega también Agustín Rossi –que se acercó a Cristina Kirchner–, quien no descarta ser candidato en 2025 y cuestiona a Pullaro por acompañar en el Congreso la mayoría de las medidas libertarias.
Distinta es la situación en Chubut, la otra provincia administrada por un mandatario de Juntos por el Cambio (JxC) de alto perfil, Ignacio Torres. En esa jurisdicción el peronismo está dividido, pero el senador Carlos Linares, quien presidió hasta hace unos días el PJ provincial (lo sucedió el kirchnerista Gustavo Fita) y asumirá como consejero nacional, ya anticipó que estructurarán un “mensaje claro opositor” al mandatario.
Hoy en la sede de SMATA realizamos la primera reunión de trabajo con los compañeros y las compañeras de la lista Primero la Patria y la Junta Electoral del Partido Justicialista hizo entrega de los diplomas a todos los integrantes del Consejo del Partido.
Muchas gracias a todos… pic.twitter.com/S0I3TeoSof
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) November 12, 2024
Aunque tiene diálogo institucional con Torres, adelantó que en las legislativas de 2025 lo que se juegan son “dos modelos de país” y que Cristina Kirchner será quien marcará la “hoja de ruta”. Linares, Fita y otros dirigentes se reunieron con la expresidenta en el Instituto Patria. En el 2025 la provincia pone en juego dos bancas de diputados nacionales.
Torres, con su espacio Despierta Chubut, sumó a varios justicialistas que decidieron no encolumnarse con Fita y también a varios libertarios que desertaron en el marco de un conflicto interno.
En otras provincias que el peronismo perdió, como San Juan, el exgobernador Sergio Uñac, aunque había tomado distancia del kirchnerismo, se reunió con Cristina Kirchner el Día de la Lealtad peronista y le dio su apoyo. También Luis Gioja anduvo por el Instituto Patria, pero él siempre estuvo cerca de la expresidenta.
El exmandatario tucumano Juan Manzur –con una relación fluctuante con Cristina Kirchner–se sumó al actual oficialismo del PJ nacional. “Todavía espera que Osvaldo Jaldo le devuelva lo que cree que es suyo, pero el gobernador está construyendo su propio espacio”, comenta a este medio un integrante del gabinete de Tucumán.
Cristina Kirchner les dedicó un posteo, por elevación, a Jaldo y al catamarqueño Raúl Jalil cuando se refirió al “verdadero transfuguismo político” por el acompañamiento de sus legisladores el veto de Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario.
En Catamarca sostienen que “hasta” la senadora nacional Lucía Corpacci esperaba “algunos cambios” de orientación. “El kirchnerismo perdió poder en la provincia, ahora hay otro peronismo”, subrayan. Más allá de que esa frase se repite por lo bajo en diferentes distritos, lo cierto es que los “enojados” con la expresidenta prefirieron no dale batalla en la interna del PJ.