Con la presencia de la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, y aprovechando los tiempos electorales por los que el país transita, este martes será reinaugurado el cine Gaumont, remozado con lo último en tecnología digital. Había sido cerrado en enero de este año, luego de ser adquirido por el Instituto de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA).
La presencia de los candidatos a diputados y senadores porteños durante el acto, entre ellos Daniel Filmus, Juan Cabandié (recorren desde las 10.30 el barrio de Barracas) y la titular del Instituto y también candidata Liliana Mazure, será seguida por la del ministro de Educación, Alberto Sileoni y el secretario de Cultura, Jorge Coscia. En la lista de invitados figuran actores, directores y personalidades del ambiente.
Para la puesta a punto del lugar,se realizó la instalación de un escenario para presentaciones en la Sala 1, la remodelación del sector de las boleterías, la fachada del edificio y el revestimiento de las paredes para mejorar la acústica. Por su parte, las cabinas de proyección fueron modernizadas para las proyecciones digitales y se realizaron obras en el techo del edificio, donde ahora será instalada una antena satelital de ARSAT.
Historia de un cine emblemático
La sala se inauguró en 1912 y fue denominada Cine Plaza Congreso. En 1922 fue rebautizado como Cine Gaumont, en homenaje a León Gaumont, inventor e industrial francés pionero en la historia del cine y del Palace Gaumont, un cine de París. De todos modos, la sala fue demolida en la década del 30 y reabierta en el mismo predio en 1946.
En 1956 se debió adoptar la cabina de proyección al sistema Cinemascope y en 1964, nuevamente modernizado, inauguró su enorme pantalla cóncava para proyectar películas en el nuevo sistema Súper Cinerama, una de cuyas películas, El mundo está loco, loco, loco, loco, de Stanley Kramer, permaneció más de un año en cartel. Este sistema aterrorizó y fascinó a mucha gente, porque el espectador tenía la impresión de viajar alternativamente a bordo de un auto de carreras o de un tren superrápido o de de un coche de bebé que bajaba por una barranca a toda velocidad, para estrellarse contra un vehículo.
En 1995, la enorme sala se dividió en tres, a tono con la crisis del cine en el país y en 2003, ante la posibilidad de que cerrara sus puertas, fue alquilado por el INCAA, que lo transformó en Espacio Incaa Km 0, uno de los más importantes polos para la difusión del cine nacional y de producciones artísticas extranjeras.
Era el primer paso de un proyecto para generar una red de salas para la proyección y fomento estatal al cine nacional a lo largo de todo el país. El 21 de junio de ese año, se realizó en el Gaumont la celebración de la entrega de los Premios Cóndor de Plata, encabezada por el Secretario de Cultura de la Ciudad, Jorge Telerman, y el director del INCAA, Jorge Coscia.
En abril de 2012, se supo que los propietarios del edificio no renovarían el contrato de alquiler al INCAA, que vencería en 2013, para vender el edificio, que sería destinado a un emprendimiento inmobiliario. Pocos días después, el legislador porteño Juan Cabandié presentó el proyecto para proteger al Gaumont, apoyado por el INCAA y por varios actores argentinos como Graciela Borges, Luis Puenzo y Pablo Echarri. También apoyaron la iniciativa Ana Celentano, Alejandro Sammaritano (director de Cine Club Núcleo), Pablo Mazzola (funcionario del INCAA) y Ana María Picchio, que agradeció el proyecto de “este santo de Juancito”, en alusión a Cabandié. Finalmente, el 6 de julio de ese año, la Legislatura de Buenos Aires aprobó una ley de protección estructural del edificio que hoy reabrirá sus puertas para que el arte y la cultura sigan existiendo, quizás por otros 100 años.
