En su rol de empleadores, Cristina Kirchner y Cecilia Moreau dispusieron este miércoles una suma fija de $30.000 para los empleados legislativos. De esta manera, las titulares de las cámaras de senadores y diputados, respectivamente, se diferenciaron del presidente Alberto Fernández, que rechazaba dar una suba de estas características porque alteraría la dinámica de la paritaria.
Los $30.000, que se percibirán con el salario de noviembre, se suma al acuerdo pactado en la paritaria, que fue de 69 por ciento en dos cuotas y con una cláusula de revisión prevista para el mes en curso. El beneficio alcanzará a unos 4000 empleados legislativos.
La vicepresidente, junto con Moreau, dispusieron dar la suma fija y reforzar la sintonía que mantienen con los tres gremios que tallan en el Congreso: la Asociación del Personal Legislativo (APL), que es el sindicato más numeroso; la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).
Si bien puertas adentro Fernández rechaza el mecanismo de la suma fija, cerca de la ministra de Trabajo, Raquel “Kelly” Olmos, dijeron está analizando otras alternativas para ofrecer un refuerzo de fin de año que compense la pérdida del poder adquisitivo por la escalada inflacionaria. “Está en estudio. Este es un gobierno no dogmático que ha aplicado incentivos de ese estilo cada vez que lo vio necesario”, dijo Olmos días atrás.
El reclamo del kirchnerismo para recomponer los ingresos a través de una suma fija creció como una bola de nieve. Máximo Kirchner lo viene transmitiendo desde agosto, primero de forma discreta y luego a viva voz. A él se sumaron otras voces del sindicalismo K.
Hasta que reapareció Cristina Kirchner y redobló la presión con el acto con la UOM, en Pilar. La vicepresidenta dejó en claro que su deseo es impulsar una suma fija que no altere la dinámica de las paritarias. “No va en detrimento”, precisó y lanzó: “Mirá si nuestro gobierno va a dejar las paritarias”.