El Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires (TSJ) aprobó este jueves el cronograma electoral porteño que decretó el Jefe de Gobierno, Mauricio Macri.
La acordada contó con el aval de los jueces José Osvaldo Casas, Inés Weinberg de Roca, Alicia Ruiz y Ana María Conde. En tanto que el vicepresidente, Luis Lozano, no firmó porque se encuentra con licencia.
Según lo establecido, el próximo 26 de abril serán las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) en las que se elegirán candidatos a Jefe de Gobierno, Legisladores porteños y Comuneros; no así Vicejefe de Gobierno. Ya que tras la reforma en la ley electoral porteña, será potestad del candidato a Jefe de Gobierno la elección de su vice.
Sorteada esta etapa, el 5 de julio, se llevarán adelante las elecciones generales de la Ciudad. En tanto que el día 19 del mismo mes habría segunda vuelta, en caso de ser necesaria.
Más allá de las fechas, el dato más relevante es que la Corte porteña dio luz verde a la decisión de Macri de instaurar la boleta única electrónica; resolución que el radicalismo de la Ciudad rechaza no por el formato sino por el orden del mismo que dispone en las terminales de las urnas una primera pantalla en la cual figuran partidos y no candidatos.
Los radicales se han envalentonado con esta querella porque actualmente la Corte porteña está presidida por Casas, que es cercano al sector de ese partido que anima la política de la Facultad de Derecho.
Sin embargo, en el Tribunal Superior señalan que Casas podría renunciar por cuestiones de salud. En ese caso sería reemplazado por Lozano.
Por otra parte, se dispuso que las mesas de los comicios se integren con hasta 350 electores, igual que sucede en el plano Federal.
“También es adecuado establecer que el diseño de padrón a utilizar sea el mismo que el empleado en el ámbito federal a fin de mejorar la identificación del elector y otorgarle un comprobante de la emisión de voto (troquelado)”, sostuvieron los magistrados.