Cruce entre Caputo y Grabois: “Bucanero” y “La rebelión fue contra ustedes”

Cruce entre Caputo y Grabois: “Bucanero” y “La rebelión fue contra ustedes”

El ministro de Economía y el dirigente social se tiraron con todo.


El dirigente social Juan Grabois y el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, protagonizaron un nuevo ida y vuelta que ya lleva un par de días por la “paciencia” de la sociedad en estos meses de gobierno de Javier Milei, que implementó un fuerte ajuste fiscal. “La rebelión de la gente” -dijo uno- “fue contra ustedes”. El otro la siguió: “Llegó el bucanero rebelde”.

“La paciencia no es eterna. Se les va a caer la careta. Van a correr como lo que siempre fueron: garcas y cagones. Se van a ir a votazos por la puerta de atrás y nosotros vamos a arreglar el desastre que dejen”, se leyó la tarde del jueves en la cuenta oficial de X de Juan Grabois.

Todo parece haber arrancado -porque los enconos en redes nunca del todo empiezan o terminan, más bien se mantienen latentes- por una entrevista en la que el ministro de Economía de Javier Milei apuntó contra el dirigente kirchnerista.

La cuestión de la disputa, según dan cuenta los posteos de X, se desató porque Juan Grabois, dirigente social vinculado a la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), en una entrevista con C5N, sostuvo que le sorprende, y diría que “le molesta”, la paciencia de la gente para con el Gobierno. La respuesta de Luis Caputo, ministro de Economía, no se hizo esperar. Y de allí al plano personal tuvo la velocidad de las redes.

“La gente aguanta porque le sacó la ficha a ellos. Porque como dijo el Presidente, la gente los odia, esas lacras le robaron y mintieron a la gente durante 16 años”, sostuvo Caputo, por Radio Rivadavia, cuando le pasaron al aire los dichos del kirchnerista.

“Entonces ahora están dispuestos a hacer el esfuerzo que Argentina siempre debió haber hecho. Ellos los engañaron y les hicieron creer que había pociones mágicas para la felicidad”, conjeturó Caputo. Grabois pasó a armar un decálogo contra la respuesta del ministro y lo publicó.

“Entonces ahora -continuó Caputo en relación a los ciudadanos- están dispuestos a hacer el esfuerzo que Argentina siempre debió haber hecho, pero que ellos han engañado y les hicieron creer que había pociones mágicas para la felicidad”.

La posterior respuesta de Grabois consistió en un recuento de diez puntos, en los que responde a Caputo y separa al ministro del Presidente, en una chicana para bajarle el precio al retador. “A Milei se lo respeta como enemigo porque ganó las elecciones con el voto popular. Es inquilino de la Rosada hasta que el pueblo le anule en las urnas el contrato electoral. Mientras tanto, lo vamos a combatir”, citó Grabois en su tercer punto.

Y fustigó abiertamente en el cuarto: “A Toto (Luis Caputo) no se lo respeta porque es un trepador que el pueblo no eligió. Siempre lo designaron a dedo. Se dedicó a cagar a la gente y endeudar el país cada vez que pudo, incluidos los 44 mil millones de dólares del FMI que se timbeó para beneficiar a sus amigos fugadores. Hay que reconocerle la virtud del mercachifle porque no debe ser fácil venderte después de que te echen por inútil de un gobierno chotísimo como el de Macri.”

Octavo punto, con munición más gruesa: “Efectivamente me molesta la paciencia social con un ladri como Caputo, la paciencia frente al hambre de millones de pibes y abuelos, frente al saqueo de nuestros recursos naturales, frente al avasallamiento de nuestra dignidad nacional…”, comenzó, aunque luego repartió las culpas.

“Aunque a nadie le guste escucharlo, es mentira que la sociedad es buena, laboriosa, comprometida y solidaria maldecida por políticos malos, chantas, garcas y ladrones. Los políticos no salen de un repollo. Si no cambia la sociedad, no va a cambiar la política”, agregó en ese tópico.

En el noveno punto, en cambio, trocó en su ofensiva por una defensa de las acusaciones de Caputo  y, en estilo kirchnerista pero con léxico libertario, metió al periodista en su barro. “Yo no odio ni siquiera al rastrero ensobrado de (Jonatan) Viale o al garca serial de Caputo. Si no fueran tan dañinos, me darían lástima. Son malos y bobos”. “En fin, rezaremos por ellos”, agregó, para colmos, parafraseando al papa Francisco, de quien se autopercibe emisario.

Y en el décimo, último de los puntos del dilatado responder de Grabois, un manifiesto: “La paciencia no es eterna. Se les va a caer la careta. Van a correr como lo que siempre fueron: garcas y cagones. Se van a ir a votazos por la puerta de atrás y nosotros vamos a arreglar el desastre que dejen”.

Y cerró: “Pero no se preocupen. Somos distintos. No vamos a usar bolsas mortuorias ni guillotinas, no vamos a financiar sicarios ni espías, no vamos a ofrecer ‘cárcel o bala’ ni perseguir a nadie… si buscan golpistas ya saben donde encontrarlos: sus diputados van a visitarlos. Esos son golpistas de verdad y tienen condena perpetua”.

Más sintético, el ministro de Economía le respondió con un intento de baño de realidades. “La rebelión de la gente a la que llamás, ya sucedió Juan. Fue en las elecciones, y contra ustedes”.

“Desde las Islas Caimán llegó el bucanero rebelde Toto Caputo en su nave pirata para liderar la Revolución Federal. Lo triste es que cuando a estos giles se les acaba el veranito entran en histeria, se ponen a echar culpas, se la llevan toda, nos dejan la cuenta con los acreedores, el país en la miseria y encima a la novia de Astiz”, insistió Grabois, al menos, hasta la próxima.

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