Parece que no hay dos sin tres para Francisco De Narváez, y en 2015 volverá a ser candidato a gobernador bonaerense pero, esta vez, participando de las primarias abiertas del Frente Renovador. Es decir, siendo uno más entre cinco (¿o 6?).
El diputado y creador del partido Unión Celeste y Blanco mantiene “negociaciones con el massismo y el macrismo” pero “todavía no hay nada definido ni anuncio por hacer”, aseguran sus voceros en diálogo con Noticias Urbanas. Consultados desde el Pro, ellos lo niegan, aunque no sería descabellado pensar que exista al menos un miembro del equipo de Bolívar 1 que funcione como canal de diálogo entre ambas partes.
Pero desde el comando de campaña del Frente Renovador es todo entusiasmo: aseguraron a NU que el anuncio es una cuestión de días, y que en está “en un 99% cerrado el acuerdo”, respondió sin titubeo un operador de indiscutible cercanía con Sergio Massa.
Desde mitad del año pasado, De Narváez viene subiendo el perfil y asegurando que iba a volver a competir por la gobernación de la Provincia, y que no descartaba ninguna alianza partidaria, salvo con el kirchnerismo.
A diferencia de lo que pasa con el intendente Martín Insaurralde, los precandidatos massistas a gobernador le dan la bienvenida y no expresaron molestias por su posible llegada. Por lo bajo, varios de ellos creen que es poco lo que puede aportar y señalan que ha perdido toda su estructura.
El caso más notable es el de Darío Giustozzi. Fue un promotor del pase, y desde dentro del FR aseguran que el motivo es que el “Colorado” no mide mucho –el hombre de Almirante Brown no lo ve como un rival peligroso-, aunque sí sirve como un factor más que desaliente a Insaurralde a sumarse.