Por Horacio Ríos
En un video en el que sus autores resucitaron aquella vieja institución porteña de “la gastada”, Elisa “Lilita” Carrió fue ornada con una serie de apelativos tales como “mentirosa”, “loca”, “elitista” y “camaleón”, al ritmo de la cumbia “Corazón Mentiroso”, que popularizó la inefable Karina.
Es cierto que los traviesos militantes que editaron el video no se privaron de nada, calificando a Carrió con variados -a veces excesivos- epítetos, pero es incomprensible que los allegados de ésta hayan reaccionado como si la legisladora fuera una vestal intocable, que mora en algún distante planeta celeste, alejada del contacto con los mortales.
El diputado Pablo Javkin, por ejemplo, sostuvo en un comunicado que “a un debate político sobre la responsabilidad durante la última década, Sergio Massa responde con agresiones machistas y de mal gusto que no hacen otra cosa que demostrar quién es y qué expresa”, como si el propio intendente de Tigre hubiera sido el autor del video, en el que sus jóvenes autores ridiculizaron a Carrió sin piedad.
En otros párrafos, los autores de la cumbia apócrifa le reprocharon a Carrió porque “se te fue la tropa”, en alusión a las numerosas fugas de dirigentes que sufrió el ARI primero y la Coalición Cívica después, en todos los casos muy molestos con el estilo de hacer política de la diputada chaqueña. También se la acusa en la canción, por un lado, de parecerse a Cristina Fernández de Kirchner y, por otro, de ser “elitista, no querés al peronista”, abriendo la brecha por la cual sería llegar hasta los autores del video, una pesquisa que este medio renunciará a llevar adelante, en vista de los códigos de conducta que el periodista jamás debe vulnerar.
Para peor, Javkin se adentra en los laberintos sinuosos de la estolidez al manifestar en su documento que “en lugar de responder nuestros argumentos y en su loca carrera por el ida y vuelta de dirigentes entre él, Macri y Scioli no duda en caer en el reparto de prebendas y en el insulto”, exagerando claramente su indignación para optimizar el impacto de su respuesta.
Quedará, de todos modos, para el recuerdo la imagen del video en la que una dama menea las caderas a la manera de una Shakira entrada en carnes, mientras en el fondo se escucha el acordeón, que enhebra melodías.
Más allá de las cargadas de los jóvenes y los enojos de sus mayores, una cosa deberían tener éstos en cuenta y es que la República es una buena inspiración, pero la rigidez, no.