El presidente de Rusia, Vladímir Putin, dio a conocer los logros y desafíos principales de la cumbre del G-20, que se celebra en la ciudad de Hamburgo, este 7 y 8 de julio.
Asimismo, el líder ruso destacó que “las acciones coordinadas del G20 contribuyeron a la toma de medidas necesarias que no solo están permitiendo superar las consecuencias de la crisis financiera y económica”, sino que también han sentado las bases para mejorar el sistema de gobernanza global.
Por su parte, Putin ha señalado que otro éxito de los países miembros es la “implementación práctica de los acuerdos en el ámbito de la reforma de regulación financiera”. También destacó la creación del Consejo de Estabilidad Financiera.
De acuerdo a lo indicado por el primer mandatario ruso, la raíz de los logros del grupo es “el respeto de la opinión y de las posturas de cada participante independientemente del tamaño de su economía y posición en el sistema monetario internacional”. En consecuencia, remarcó la ampliación de los temas que se debatirán en la cumbre, tales como: el desarrollo sostenible, el cambio climático, la salud pública, los migrantes refugiados y la lucha contra el terrorismo y la corrupción.
En el primer punto, el Presidente ruso apuntó que los viejos modelos económicos “prácticamente se han agotado” y que el proteccionismo “se está convirtiendo en norma”. En la misma línea, explicó que “las limitaciones en forma de sanciones, unilaterales y políticamente motivadas, al comercio y las inversiones son una forma oculta [de proteccionismo]“.
En consecuencia, su opinión fue que las sanciones de este tipo “no solo carecen de perspectiva, sino que también contradicen los principios de interacción promovidos por el G20 a favor de los intereses de todos los países”.
Otra de las cuestiones clave es tratar el cambio climático. Sobre esto, Putin estimó que el Acuerdo de París es “una base segura del derecho internacional para la regulación climática a largo plazo”, y ha dejado claro que Moscú pretende “contribuir plenamente a su cumplimiento”.
Sobre las migraciones, el líder ruso consideró que el grupo ha conseguido este año hallar soluciones a los inconvenientes de los desplazamientos forzados. En la base de la propuesta se encuentra el “aumento de la estabilidad regional y global, y el crecimiento de las economías de los Estados que generan flujos de refugiados sin precedentes”.
Cabe destacar que la seguridad cibernética es un nuevo reto para el G20, según indicó Putín. Rusia defiende contínuamente “la libertad de acceso a las tecnologías de comunicación” y “da mucha importancia a la protección de los derechos humanos en el espacio digital”. Con ello, el presidente ruso también ha enfatizado que “la libertad en ningún caso debe ser sustituida por la permisividad y la impunidad”.
En este contexto, Rusia es una de las primeras naciones que advirtió de “la peligrosidad de este desafío”, sostuvo Putin. Además, Moscú promueve la idea de firmar acuerdos universales internacionales en el marco de la ONU destinados a “contrarrestar estos fenómenos negativos”.
Es necesario recordar que la economía digital y el paso a nuevos patrones industriales y tecnológicos “están aumentado una brecha en el nivel del desarrollo entre los países ricos y pobres”, de acuerdo a lo publicado por el líder ruso. Por lo tanto, los esfuerzos del G20 deberían centrarse en “las personas, sus intereses y preocupaciones”, que son la prioridad en la actividad del grupo.
Según ha rematado el presidente ruso, al reunir esfuerzos “es posible superar los actuales desequilibrios y garantizar un crecimiento sostenible, crear reglas justas para el comercio y la competencia privada, reducir los niveles de pobreza y resolver los candentes problemas sociales”.