Este lunes se produjo la reunión, originalmente programada para el viernes, de los funcionarios de Hacienda porteños con sus pares del Ministerio de Economía de la Nación. Lo paradójico fue que ninguno de los jefes máximos estuvo presente, en los dos casos a causa del acoso de los miles de manifestantes que cruzan todos los días la Ciudad de Buenos Aires en todas direcciones. Remes Lenicov fue sitiado por miles de personas en la sede del Palacio de Tribunales, en tanto que Aníbal Ibarra tuvo que recibir a los piqueteros de Luis D’Elía -que reclamaban por la cesantía de un funcionario- en su propio despacho.
El encuentro se produjo entre Oscar Lamberto, secretario de Hacienda de la Nación y Miguel Angel Pesce, secretario de Hacienda porteño, a quien acompañó la subsecretaria de Gestión y Administración Financiera, Marta Albamonte.
Los funcionarios nacionales se mostraron interesados en estudiar la propuesta que les acercaron los porteños, pero -para desesperación de Pesce y sus adláteres- no se comprometieron a nada. El viernes volverán a reunirse y ya se sabe de algunos funcionarios que hasta entonces no cesarán de prenderles velas a todos los santos que encuentren en su camino. De todas maneras, el propio Pesce se mostró poco optimista con los resultados de la reunión.
El viernes, si no hubiera una respuesta definitiva de la Nación, aseguran los asesores del secretario de Hacienda, el controvertido "Porteño" será enviado a las impresoras, puesto que no podría demorarse un minuto más su confección , ya que debe estar en las calles en la segunda quincena de abril. Aún así -aseguran por lo bajo- todavía queda una semana antes de entrar en "alerta roja".
Pero, más allá de toda polémica, los funcionarios porteños se quejan amargamente por estos días del trato al que son sometidos por los funcionarios nacionales, ya que "todas las provincias emiten sin respaldo -dicen-, en tanto que la Ciudad de Buenos Aires ofrece como respaldo los bonos del ‘megacanje’, por lo que lo nuestro no sería emisión".
De todos modos, los funcionarios porteños le están ofertando a la Nación pagarle con una deuda que ella misma contrajo con la Ciudad, y que no tiene -ni tenía antes- la intención de abonar en el plazo establecido, amparándose en la dureza de la crisis. Por esta razón es que el bono no califica para la misión que el secretario de Hacienda quiere otorgarle.
Un billete que tuvo muchos caminos
El "Porteño" estará confeccionado en papel de algodón y tendrá una banda de seguridad para dificultar la acción de los falsificadores. No será impreso con tintas especiales, seguramente a causa del conflicto que enfrentó a Ciccone con la empresa suiza SPAC, que acusó a la empresa argentina de mezclar las tintas que le eran provistas para "estirarlas".
Al principio, las autoridades pensaban ilustrar el billete con la imagen de Alicia Moreau de Justo, pero la reacción de todas la vertientes del Partido Socialista, duramente opositoras a la medida, enfrió la decisión. Por si esto fuera poco, un recurso de amparo interpuesto hace pocos días por el periodista Emilio Corbière, haría imposible en el corto plazo la impresión del billete con la cara de la médica socialista que falleció en 1986.
