El riesgo del desabastecimiento de medicamentos en la ciudad más poblada del país es casi un hecho. Pero no porque los laboratorios se hayan lanzado a una nueva especulación financiera -al menos no a simple vista-, sino porque las farmacias ya no tienen fondos para comprar suministros. Así lo admitió esta tarde a NOTICIAS URBANAS el vicepresidente del Colegio de Farmacéuticos de Buenos Aires, Dr. Oscar Raúl Oviedo, quién aseguró que "el 90 por ciento de las farmacias corren el peligro de cerrar sus puertas", como consecuencia directa de la crisis.
Según informó el directivo de la entidad "los medicamentos están, el problema es que no se pueden comprar y eso genera desabastecimiento". Tras el corralito, los laboratorios acortaron sus plazos de pagos, por lo que las farmacias no pueden responder a sus obligaciones en tiempo. En este sentido, Oviedo aseguró que ya han realizado todo tipo de gestiones para que los laboratorios alarguen los plazos de pago para que los farmacéuticos cumplir con sus compromisos.
Al hecho de que no todos las proveedores aceptan patacones o lecops, monedas que las farmacias reciben de sus mismos clientes, se le suma que muchas compañías (artículos de perfumería, accesorios de farmacia y droguerías) han aumentado cerca de un 30 por ciento sus productos en enero.
"Esto sin duda se va a ir agudizando y debemos prepararnos porque la crisis que afecta al sector será larga", vaticinó Oviedo tras intentar infructuosamente reunirse con el ministro de Salud. "Somos concientes -reconoció- que la crisis nos ha tocado a todos por igual: los funcionarios del ministerio acaban de asumir y están ordenando sus funciones". Aunque Oviedo reconoció que las obras sociales también deben tener sus problemas, aseguró que hasta ahora no hubo respuesta para intentar concretar un nuevo cronograma de pago.
Otro de los problemas a los que se enfrentan las farmacias es la atención a las obras sociales, ya que estaban pagando a 3 o 4 meses "y nuestros proveedores nos acortaron los plazos de pago al vendernos a 15 o 20 días, en vez de 90 como veníamos trabajando antes del corralito", dijo. Si bien intentarán cobrar las deudas de la seguridad social, el directivo de la entidad que aglutina a los farmacéuticos admitió que "es casi suicida atender a las obras sociales" ya que los farmacéuticos no tienen ningún tipo de garantías de que éstas cumplan sus compromisos.
Para el Colegio Farmacéutico la solución no es fácil y sólo podría solucionarse con la intervención directa del Estado Nacional estirando los plazos de pago y permitiendo posdatar los cheques un poco más de lo que marca la legislación. "Tenemos que tener reglas de juego claras y saber cuál es el rumbo económico financiero del país, de otra forma estamos condenados", dijo Oviedo.
Como si fuera poco, la quiebra de Asistencia Integral de Medicamentos (AIM) representó para las farmacias de la Capital Federal una pérdida de 35 millones de pesos, casi un tiro de gracia al sector.
UNA FARMACIA CADA TRES MIL HABITANTES
En el resto del país el panorama financiero del sector también es caótico y podría traducirse en que en los próximos días "el 50 por ciento de las farmacias cierren sus puertas", admitió el presidente de la Confederación Farmacéutica Argentina, Daniel Alvarado.
El titular de la Confederación denunció que "el PAMI adeuda más de 150 días" y señaló que el crédito se ha cortado, cuestión que generó un "serio problema" de desfinanciamiento.
En declaraciones radiales, Alvarado afirmó que las deudas de la seguridad social ascienden a "500 millones de dólares" en todo el país y que, desde el Ministerio de Salud se les dijo que "se estaba trabajando para tratar de inyectar algunos fondos de las deudas atrasadas", por alrededor de un 20% del total.
Para evitar el cierre y el desabastecimiento que podría alcanzar a la provisión de las vacunas del próximo calendario oficial, las entidades que agrupan al sector reclaman al Gobierno que inyecte al menos 100 millones de pesos a la seguridad social para cancelar parte de las deudas. "Como nuestras restricciones afectan directamente a la gente, a los pacientes necesitamos transmitirles la situación exacta de las farmacias", sintetizó Alvarado al matutino La Nación.
Por su parte, el titular de la Asociación de Farmacias Mutuales y Sindicales, Carlos Villagra, explicó que existen "4 mil establecimientos entre las vacaciones y el cierre: están de vacaciones y no saben si vuelven a abrir". Y anticipó: "en poco tiempo la falta de vacunas será la noticia", ya que una buena parte de los insumos imprescindibles para la población -medicamentos para transplantados, drogas oncológicas y vacunas- son importados y el desfinanciamiento podría generar una nueva clase de exterminio social.