El Partido Socialista es visualizado por Aníbal Ibarra como un aliado importante en la fuerza de centroizquierda que está armando de cara al 2005, tanto en la Ciudad como a nivel nacional. Sin embargo, en el plano nacional, fue precisamente la estructura partidaria del PS la que terminó aguando el armado transversal que, pacientemente, venía tejiendo con el jefe comunal de Rosario, Miguel Lifschitz y su antecesor, Hermes Binner.
Si bien desde hacía meses, Ibarra se venía reuniendo con Binner, Lifschiz y ocasionalmente, el cordobés Luis Juez para tejer un espacio transversal por fuera del PJ, con autonomía del Gobierno nacional, el partido conducido por el senador Rubén Giustiniani no otorgó los avales para seguir avanzando. Ahora, Ibarra quiere sumar a los potenciales aliados en la fuerza que está armando en la Ciudad.
"No hay que confundirse: una cosa es la Ciudad y otra, el plano nacional", apuntó a NOTICIAS URBANAS Roy Cortina, secretario general del PS en Capital y jefe del bloque socialista en la Legislatura porteña.
Es que, según se quejan en el PS, en la convocatoria transversal recién consultaron a la estructura partidaria "cuando ya estaba todo armado". Según Cortina: "Nosotros somos un partido orgánico, con representación en todo el país, por eso con nosotros las cosas deben hacerse de otra manera. Nosotros queremos ser protagonistas, no invitados. Por eso el partido rechazó la participación en el armado de los transversales, y no porque seamos anti-Kirchner".
¿Y la Ciudad? "En la Ciudad es diferente; nos parece bien que nos convoquen ocho o nueve meses antes; ahí sí nos sentimos parte", deslizó Cortina. De todas maneras, la participación del PS en un armado similar a Fuerza Porteña
-tal es la idea del ibarrismo- también deberá ser rubricada por la conducción partidaria.
"Hay muchas posibilidades de que el partido avale una alianza con Ibarra en la Ciudad", remarcó el socialista.
Ocurre que el frentista se viene moviendo para recrear un espacio al estilo de lo que fue Fuerza Porteña, aunque para el 2005 no contará con Lilita Carrió. De ahí que, por estos días, se encuentra abocado a redefinir sus aliados.
De cara a ese objetivo, su principal operador, Raúl Fernández, ya realizó algunas reuniones gastronómicas -la última fue en su casa, la semana que pasó-, en las que reúne a los virtuales aliados: el socialismo, el kirchnerismo, los radicales y obviamente, a los referentes del Frente Grande, el partido de Ibarra.
El ibarrismo planea ahora un nuevo encuentro para semana próxima: la idea es cerrar antes de fin de año un acuerdo con las fuerzas que integrarán la lista de diputados nacionales en el 2005. Una lista que definirá, en última instancia, la Casa Rosada.
