En la ex Casa Cuna se vive como en el resto del país. Lo terible es que en este caso el material humano son criaturas. Los problemas de abastecimiento de comida, de medicamentos y materiales descartables se solucionan día a a día y las dificultades ponen en peligro vidas humanas. El director del Hospital, Juan Carlos Ramognini explica que "estamos trabajando todos los días en la coyuntura. En este momento el servicio de alimentación está cumpliendo con sus obligaciones, pero hay un conflicto con la empresa, que ya está en vías de solución, posiblemente con otra empresa. Igualmente, la comida de todos los días se sirve, aunque con dificultades que vamos arreglando día a día".
El gobierno de la Ciudad le ha pagado a la empresa para que cumpla con sus obligaciones. Pero la empresa, tercerizada en este momento, no pagó los salarios de los empleados, por lo que con dinero del gobierno de la Ciudad, se les está pagando una cifra apenas superior a un viático para que sigan prestando sus funciones y proporcionen la comida.
Con respecto de los medicamentos y descartables, Ramognini afirma que "nosotros a veces pedimos cotización para comprar medicamentos y no la hay. Nadie nos quiere cotizar, pero los medicamentos los necesitamos comprar en el día, entonces es una pelea con los gerentes de los laboratorios. Así es como vamos consiguiendo a cuentagotas todo lo que necesitamos. Por suerte, el hospital puede responder a esto. Lo que pasa es que la crisis es financiera, porque el hospital tiene dinero, pero muchas veces los laboratorios exigen cash. Y si nosotros no pagamos en el día, no nos envían el material".
Para finalizar Ramonini informó que en la Casa Cuna "en este momento estamos publicitando una operación muy importante, acaba de regresar al hospital, es una operación de corazón de un pequeño de apenas 2.300 kg. Es una operación inédita, prácticamente a nivel mundial".