La línea oficial se terminó de plasmar esta semana. Los incidentes ocurridos en la toma de la comisaría 24 de La Boca, en la madrugada del sábado, luego del asesinato del dirigente piquetero Martín "El Oso" Cisneros alarmaron a los habitantes de Balcarce 50. Después de ese hecho los funcionarios del kirchnerismo aprovecharon para decir al unísono que la solución a los problemas no pueden llegar por la vía de la violencia.
"Nuestra primera responsabilidad tiene que consistir en serenar los ánimos, no crispar un clima que tiene una alta dosis de intolerancia. Hay que dar una clara señal para un adecuado funcionamiento de las fuerzas de seguridad. Una cosa es la protesta y otra cosa es el delito. Tenemos que perseverar en la línea de respeto a la ley. La violencia nunca puede ser una solución para nuestro país", se encargó de aclarar rápidamente el ministro de Justicia, Gustavo Beliz.
El funcionario dejo en claro que la violencia no es el camino, sin embargo se quejó de varios integrantes del Poder Judicial. "En cada una de estas protestas, muchas veces se ha planteado el contacto directo del Poder Ejecutivo con las autoridades policiales y la Justicia. De la Justicia hemos tenido respuestas disímiles. El viernes, en La Boca, nos costó mucho conseguir jueces y fiscales que se hicieran cargo de la situación. Se necesitaba una orden de allanamiento para detener al prófugo. Se tardó varias horas hasta conseguir la intervención de un juez federal. En algunos casos, la Justicia actúa. Hay fiscales que han ido a hablar con los piqueteros y se ha logrado una solución. En otros casos, los jueces han ordenado medidas. En otros, ha habido indiferencia", agregó Beliz.
En declaraciones a un programa televisivo el ministro de Justicia aprovechó las cámaras para defender una vez más la posición del Gobierno nacional ante estos hechos. "Es falso que el Gobierno no haya hecho nada; ha hecho cosas diferentes a otros gobiernos. Porque hemos comprobado que algunas cosas agravaban la violencia. Un claro ejemplo de esto fueron las muertes en el Puente Pueyrredón o las ocurridas el 19 y 20 de diciembre en Plaza de Mayo", explicó el ministro.
Beliz hizo equilibrio en una delgada cuerda cuando explicó que el dirigente piquetero cercano al Gobierno Luis D’ Elía contribuyó a calmar los ánimos, pero con la frase siguiente fue terminante: "No vamos a permitir el copamiento de comisarías", amenazó.
Para finalizar, y en tono casi religioso, el ministro aclaró que "en algún punto de la historia argentina, la extrema izquierda y la extrema derecha se unen y que la mayoría de los argentinos quieren vivir en paz", repitió la oración con olor a naftalina.