En la columna de opinión del programa radial "Esto que pasa" que se transmite por Radio Nacional y que él mismo conduce, el periodista José "Pepe" Eliaschev se refirió al mal estado de la ciudad de Buenos Aires, al que calificó de pésimo. En un amplio análisis, se explayó sobre diversos temas dando su visión propia, sus reflexiones y sus criticas al gobierno local sobre los principales problemas que acechan hoy por hoy a la Capital
¡Que mal está Buenos Aires!. Haciendo hincapié en el "espectáculo a menudo deprimente" que ofrecen en términos generales tanto calles, plazas, parque y monumentos de la ciudad, Eliaschev recordó que "Buenos Aires desde siempre se pensó a sí misma como una gran ciudad mundial, algo que va mucho más allá de la mera capital de un país".
"No son pocos los observadores extranjeros que han dicho: Buenos Aires no se merece a la Argentina, o la Argentina no se merece a Buenos Aires", dijo el periodista, haciendo referencia a "un divorcio muy importante" entre el nivel de suntuosidad que supo ofrecer Buenos Aires de cara a lo que es la realidad del resto del país.
Buenos Aires recibió en 1994, de la nueva Constitución Nacional, la posibilidad de gozar de su autonomía plena. "Una autonomía que fue concebida y ejecutada desde la perspectiva de darle a la Ciudad lo que le correspondía, ni más ni menos que al resto de las ciudades del país", manifestó a la audiencia Eliaschev.
Evocando que pronto se cumplirán ocho años de tal hecho, tras el cual la ciudad pudo elegir su propio Jefe de Gobierno (el primeo fue Fernando De La Rúa, seguido por el actual, Aníbal Ibarra), el periodista opinó "al elegir a su jefe de gobierno la ciudad se puso los pantalones largos", ejecutando así los atributos elementales de su soberanía política. ¿Cómo era posible que los ciudadanos porteños no tuvieran el derecho de elegir a la persona que tenga a su cargo dirigir sus destinos?, se preguntaba el periodista.
"Después el país fue muy mezquino y hubo hasta el día de hoy una enorme puja por ver qué se le daba y qué no, qué se le restituía y qué no" opinó. Por ejemplo -amplió Eliaschev- la Ciudad pensó que podía seducir a la policía regalándole patrulleros y sigue sin contar con policía, que se mantiene irrestrictamente como un cuerpo federal.
"La ciudad tampoco tiene una justicia plenamente constituida que desarrolle un fuero autónomo", dijo el columnista. Aunque recordó que Buenos Aires recibió, mucho antes de la actual crisis, una serie de posibilidades y ventajas de tipo operativo que le deberían haber permitido superar problemas, trabas y bloqueos que eran típicos de la dependencia municipal.
Por ejemplo, "se erradicó el penoso Concejo Deliberante, al que se lo llamaba pomposamente "honorable". Se fundó una nueva Legislatura, más transparente y más correcta. Y estaban las herramientas centrales para que con un poco de decisión política, con coraje y, sobre todo, con mucha limpieza de procedimientos, la Ciudad caminara en una dirección nueva", dijo al aire Eliaschev.
"En ese sentido hubo muchas promesas "opinó el conductor radial- como modificar el espacio público, racionalizar el servicio de transporte y mejorar en términos generales la distribución de los recursos. Y también se dieron algunos pasos importantes, como por ejemplo, pensar al sur de la ciudad como un polo de desarrollo para tratar de compensar el tradicional desequilibrio que está marcado por la frontera invisible de la avenida Rivadavia", indicó Eliaschev.
"Aún contemplando la crisis ha golpeado a todo el país, con una caída brutal en los ingresos fiscales, la ciudad sigue mostrando un espectáculo deprimente que revela una muy escasa imaginación política de parte de quienes la dirigen y un grado de gestión francamente muy mediocre", dijo en su columna radial.
Entonces el argumento de "esto no podemos hacerlo porque no nos dejan" aparece a menudo en la boca de los dirigentes porteños. "No nos dan la policía, no nos dan el transporte, hacemos lo que podemos". Eliaschev manifestó que "es un argumento sibilino que se funda en una realidad para, básicamente, justificar la inacción en otros campos".
"Para un gobierno que se ve a sí mismo como protagonista de una transformación del país en términos de progresismo, el resultado, más que moderado, es francamente deficitario. En términos de obras y, sobre todo, de estrategias al servicio de la sociedad civil, el actual gobierno porteño deja muchísimo que desear, y el argumento de que todo lo que no se hace no se hace porque no hay recursos, hace tiempo que ha estallado", pegó el periodista.
"Haría muy bien el Gobierno de la Ciudad, si es que sus actuales ejecutores quieren perpetuarse en el cargo, en replantearse con honestidad y con verdadera autocrítica por qué han salido las cosas tan mal como han salido y cuáles son las razones para que esto haya sucedido. No hay progresismo sin gestión. No hay manera de transformar la realidad sin que se administren correctamente todos los días, al servicio de una perspectiva verdaderamente audaz y moderna, las posibilidades que se les han dado como mandatarios. En ese sentido, el resultado es de un déficit cabal que nadie puede ignorar".
"El actual gobierno porteño arribó al palacio comunal enarbolando banderas vinculadas con la depuración del espacio público. Ésta era una batalla que no tenía que ver con ningún tipo de autonomía que regalara el gobierno federal. Se fracasó porque hubo cobardía, faltó decisión política y hubo una permanente extorsión de las empresas de vía pública que sostenían que cualquier tipo de reformulación del espacio público implicaría desocupación. Se dio marcha atrás. La ciudad sigue siendo un desorden en acto en materia de marquesinas, en materia de columnas de publicidad, en materia del tendido de la televisión por cable, globalmente nada ha mejorado desde que asumió el actual gobierno porteño en materia de espacio público" finalizó diciendo Pepe Eliaschev.