Culminando -por el momento- con el proceso de cambios que encaró en su secretaría, ayer el secretario de Desarrollo Económico, Eduardo Hecker le pidió la renuncia a uno de los líderes territoriales del Frente Grande porteño, Omar Santa Cruz, que revistaba como director general de Empleo y Capacitación.
La renuncia de Santa Cruz -que seguirá, sin embargo en el mismo lugar, como asesor de su reemplazante- se sumó a las de Guillermo Guido, que fue enviado nuevamente a atender a los caballos, los perros y los gatitos del ex presidente, Fernando de la Rúa -es su veterinario- y a la de Guillermo Tello Rozas, al que Hecker también le pidió la renuncia y se fue furioso, disparando munición gruesa contra sus ex socios en el Gobierno porteño. "Me faltaron el respeto", le dijo entonces a NOTICIAS URBANAS, que lo entrevistó el mismo día de su partida.
Lo extraño de la ida de Santa Cruz de su puesto es que milita en el mismo sector político que su jefe gubernamental, Eduardo Hecker, pero éste es a la vez su subordinado en la estructura territorial del Frente grande porteño, en la que Santa Cruz es uno de sus hombres fuertes. "No tiene el mismo estilo de gestión que Hecker", aseguran en el Frente, y aclaran que no hubo "ninguna interna ni ningún desacuerdo imposible de superar". Las mismas fuentes aseguran que Hecker sólo quiere "profesionalizar el área a su cargo".
Para reforzar esta interpretación, los hombres del Frente grande destacan el perfil de su sucesor. Se llama Horacio Pérez, es licenciado en Ciencias de la Educación, está especializado en capacitación y posee una maestría en Administración Pública. Además es profesor universitario.
El área de Empleo y Capacitación estará a cargo de la distribución de los subsidios del Programa para Jefes y Jefas de Hogar, que reemplazó a los 5.000 Planes Trabajar que el ex presidente Adolfo Rodríguez Sáa le había atribuido a la Ciudad. La primera dama, Hilda "Chiche" Duhalde está a cargo ahora de este plan social.
Otras fuentes del Frente Grande atribuyeron la ida de Santa Cruz a la inminencia de la llegada -precisamente- de estos planes. Especulan con que se quiso evitar que un líder territorial como es él poseyera la llave para la distribución de estos subsidios, que podrían haber caído así en las garras del "clientelismo".
