Según un informe que le envió al presidente de la Cámara de Apelaciones en lo Contravencional, Oscar Alberto Lucangioli, el subdirector del Centro de Detención de Contraventores, Jorge Gómez, la unidad carcelaria albergó, desde el 1 de enero hasta el 20 de noviembre de 2001 -fecha en que fue firmado el escrito- a tres detenidos. Entretanto, el Gobierno de la Ciudad a cargo de Aníbal Ibarra le otorgó a su mantenimiento un presupuesto de 785 mil pesos en el 2001.
La cárcel está ubicada en Viamonte 1155, frente al Teatro Colón. Allí funcionó hasta 1989 la Unidad 22, en la que estuvieron detenidos, entre otros, el ex teniente general Jorge Videla y el ex ministro de Isabel, José López Rega.
Del presupuesto 2001 se desprende que se gastó más en el personal del "Gabinete de autoridades superiores", que en la planta permanente de empleados, 143 mil y 114 mil pesos, respectivamente. También se gastaron 104 mil pesos en concepto de "Servicios profesionales, técnicos y operativos" y 128 mil fueron destinados para "otros servicios", sin especificaciones.
En definitiva, cada noche de los detenidos en el paraíso les costó 46.176,47 pesos a los contribuyentes de la Ciudad de Buenos Aires.
EN EL 2000, HABIA OTRAS EXPECTATIVAS
Según expresó el ex subsecretario de Legislación y Justicia del Gobierno porteño, Hugo Germano, en un articulo publicado por el matutino Clarín el 23 de enero de 2000, ningún contraventor había pasado la noche detenido, simplemente porque no había cárcel. Pero el funcionario advertía ya entonces a las futuras masas infractoras que "esto está a punto de resolverse; a fines de febrero inauguraremos una unidad para este fin".
En su momento, el ex subsecretario del Gobierno de la Ciudad y actual legislador porteño, Jorge Enríquez, anunciaba que "la obra costará menos de $200.000", en tanto que Germano motivado por la expectativa, explicó que, además de los pabellones para hombres y mujeres, "también habrá un sector para travestís". En enero de 2000, los funcionarios porteños aún no habían definido cual sería la capacidad del edificio de seis pisos, aunque suponían que alojaría entre 60 y 100 detenidos. Hoy, a más de dos años de esa utopía, la Cárcel de Contraventores sólo alberga a un puñado de personas, aunque aún conserva el presupuesto pensado para ese oneroso centro de detención.