La persona que se llevó la recaudación el día de la mayor tragedia no natural de este país declaró este miércoles ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº 24, en el marco del juicio por el incendio que dejó 193 víctimas fatales. El día del siniestro, Ezequiel Martín Orlando, desde la boletería de Cromañón, creyó ver una pelea en la entrada. "Entonces guardé el dinero en mi mochila. Detrás teníamos una puerta y la gente quería entrar, no los dejamos pasar porque no entrábamos. A los minutos me desesperé y rompí el vidrio de la boletería. Salí y dejé la mochila entre unas plantas que había en la entrada al garage del hotel (Central Park 11 del que dependía el boliche). Busqué a gente amiga y volví a buscar la mochila. A mi casa me llevé alrededor de 50 mil pesos. Tuve la plata dos o tres días hasta que me llamó Lucas Hasmat (hijo del dueño de Locuras)".
Luego, según el relato de Orlandi, quien era empleado en el local de "Locuras" de Flores y además hacía la rendición de las entradas de los tres shows en Cromañón, él entregó la plata en la casa de un empleado de Locuras. "Lucas (por Hasmat) me dijo que le alcanzara la plata a la casa de Bruno Díaz, compañero mío. Ahí estaba Lucas, Bruno y Diego Argañaraz".
Lo que se olvidó de contar el testigo es que después del incendio también entregó plata de la recaudación en un hospital, ese mismo 30 de diciembre.
"Le entregué a Fabián, que es de Córdoba (la provincia) y amigo de la banda. Estaba con el guitarrista (no Maximiliano Djerfyl) en el hospital Ramos Mejía y saqué un manojo de dinero para el momento. Igual di la mayor parte en la casa de Bruno Díaz", confirmó Orlandi tras la lectura de su declaración de 2005. El mecanismo de lecturas de sus declaraciones en primera instancia se utilizan para recordar momentos olvidados por el paso inevitable del tiempo.
Esas palabras quedaron en los tímpanos de todos los presentes en el auditorio de la Corte Suprema, pero sobre todo en los del abogado Pedro D’Attoli, que defiende al entonces gerenciador de Cromañón, Omar Chabán.
D’Attoli intentó fijar la cifra de 50 mil pesos como recaudación de las tres fechas en Cromañón, 28, 29 y 30, y no de una sola. Es que la cantidad de dinero expresa la cantidad de público que accedió al boliche. Las entradas que se adquirían en el local "Locuras" costaban 10 pesos, y en el boliche, 15 pesos. Así, una recaudación de 50 mil pesos remite a que alrededor de 5.000 personas fueron a ver el show del trágico 30 de diciembre.
Igualmente, Orlandi fue muy claro al decir dónde, cuándo y con quién realizó la rendición de cada show. "La primera vez fue en el hotel donde estaba la banda pegado a Cromañón. Allí Argañaraz (Diego, manager de Callejeros) me llevó e hicimos la rendición. Después fue en la misma boletería de Cromañón, también con Diego. Y en la tercera oportunidad (el día de los 50.000 pesos) cuando me disponía a hacer la rendición no pude, porque comenzó el incendio. Sé que anoté en un papel lo recaudado y luego confirmé las cifras con los encargados de los locales".
El testigo además dejó en claro que la rendición de cada local de "Locuras" se llevaba a Cromañón, tanto de la plata como las entradas que no se habían vendido. "Yo hacía el control general de todas las entradas. Ahora no recuerdo cuántas eran". Igualmente, por la recaudación se puede inferir aproximadamente cuantas personas ingresaron con entradas el día del incendio.
Una vez retirado el testigo, el abogado de la ex funcionaria porteña e imputada, Fabiana Fiszbin, pidió audiencia para que declare su defendida. Fiszbin pretende someterse a interrogatorio de todas las partes, abogados y los tres jueces, antes de los testigos que deben hablar justamente del rol que tuvo el Gobierno porteño en Cromañón.