El INCAA Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales abrirá una sala de cine y una escuela oficial para cineastas en la Villa 21, en el barrio de Barracas, dos iniciativas inéditas, impulsadas por los jóvenes del barrio, que ya filmaron un documental y parte de un corto de ficción.
Autoridades del INCAA señalaron que "si bien hay varios talleres de cine en barrios populares y asentamientos urbanos, es la primera vez que el Instituto impulsa un proyecto oficial en una villa porteña, con un programa propio, herramientas teóricas y académicas de formación para los estudiantes."
La construcción de la sala de cine en la Villa 21 -que se sumaría a los espacios que ya tiene el organismo en la ciudad, como el Complejo Tita Merello y el Gaumont- apunta a llevar ofertas culturales a barrios donde son poco habituales, agregaron las fuentes.
"Hay lugares donde el Estado no llega y el arte posibilita nuevas formas de organizar una vida un poco más decente, con menos violencia", destacó la vice presidenta del INCAA, María Lenz.
El proyecto es del barrio y llegó al INCAA a través de la organización internacional S.O.S Discriminación, que trabaja en Barracas desde hace 12 años y produjo, junto a la Asociación Fraternidad del Sur, el documental "Villera Soy" y un corto ficción que está en proceso de filmación: "La 21 Barracas".
"La idea es montar una réplica de la ENERC (Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica) que funciona en el INCAA y darles a estos jóvenes, que ya están filmando, una formación más teórica", explicó Lenz, y anunció la inauguración de las instalaciones para diciembre.
En cuanto a la sala de cine, la presidenta del INCAA señaló que la están construyendo sobre la casa de una de las vecinas, pero necesitan fondos para comprar el proyector, la pantalla y las butacas, por lo que aún no se definió la fecha de apertura.
El anuncio oficial de ambas iniciativas se hizo esta tarde en el microcine del INCAA, donde se proyectaron los avances del documental y el corto ficción, que filmaron los jóvenes de Barracas.
Nydia Zarza, que dirige y protagoniza "Villera Soy" y colabora con "La 21 Barracas", es estudiante de derecho y presidenta de la Asociación Fraternidad Sur, nacida y criada en la Villa 21, y lleva adelante las producciones y la instalación de la escuela.
"El documental habla de las villas de Capital Federal y de las personas que viven en ellas, de sus historias, de cómo llegaron del interior del país con mucho esfuerzo y viven el día a día para superar una situación de la que no pueden salir", resaltó.
El filme de Zarza es autorreferencial: las primeras imágenes transcurren en las márgenes del Riachuelo, para internarse después en el barrio donde creció y donde va a entrevistar a las "comadres", que la reciben con mate y le cuentan historias de tristeza y marginación.
"El objetivo es mostrar una realidad distinta a la que muestran los medios de comunicación -continuó Zarza- y que incluye la cotidianeidad de la gente humilde que sale a trabajar, que pelea por la educación de sus hijos e intenta pasar al otro lado de la ciudad".
El otro filme, "La 21 Barracas", es ficcional y según sus realizadores habla de los códigos que se establecen dentro de la villa, de la ausencia del Estado y la necesidad de justicia que ante la falta de instituciones que se hagan presentes, recae en manos de los mismos vecinos.
"Es lo que pasa, es un reflejo de la realidad", señaló Julio Zarza, hermano de Nydia y uno de los protagonistas del filme, y contó que en la ficción "se venga la violación de una nena del barrio, un caso real que fue magnificado para hacer la película".
La banda musical, con temas de alto contenido social, es uno de los puntos fuertes de la película y está compuesta por Cristian Heredia, en clave de cumbia y reggaeton.
"Vivir en la villa es vivir discriminado -contó el autor-. Si buscás laburo, no podés dar tu verdadera dirección porque nadie te contrata, si salís tarde, la policía te detiene por portación de cara: de esas cosas hablan mis temas, son las mismas historias que cuenta la película".
