Cromañón significó, en el ambiente musical y sobre todo en el rock, un cambio de estructuras y de circuitos. No existen casi lugares a disposición de los músicos independientes para tocar, y son esos mismo artistas los que, nucleados en la Unión de Músicos Independientes (UMI), realizarán, el próximo lunes 27, una protesta frente a la sede del Gobierno de la Ciudad. Entre otras cosas, le piden a Jorge Telerman que se abran espacios.
También exigen que el jefe comunal dé respuesta a una carta documento presentada por la organización el pasado 3 de octubre, donde denunciaron persecución a la actividad musical independiente y, particularmente, contra los lugares donde se desarrolla la música en vivo.
En esa carta documento se intimaba al Jefe de Gobierno a instrumentar y poner en funcionamiento, en el plazo de diez días hábiles, las medidas necesarias para garantizar el ejercicio del derecho de los músicos a trabajar (reconocido por la Constitución Nacional y una serie de tratados internacionales firmados por nuestro país), haciendo expresa reserva de iniciar las acciones judiciales pertinentes, incluyendo también las penales. Sin embargo, según la UMI, no hubo respuesta por parte de Telerman.
Por eso resolvieron realizar un nuevo reclamo, el próximo lunes 27, conjuntamente con distintas actividades que otras organizaciones están coordinando en diferentes espacios. Esta jornada representará un día de reclamo de todos los trabajadores del arte y la cultura. Según se informó, estas medidas fueron tomadas apoyando el juicio que iniciarán, encarando una acción judicial basada en las siguientes circunstancias:
"La Unión de Músicos Independientes, en su carácter de entidad que agrupa a más de 1.600 solistas y conjuntos musicales, todos ellos trabajadores de la música, y como entidad con una clara inquietud: el desarrollo de la difusión de la música nacional en todas sus expresiones (grabada y en vivo), demandará al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por el cierre indiscriminado de espacios donde se desarrolla música en vivo".
"Este cierre, que por los antecedentes reunidos se presenta como una persecución a la actividad musical, genera un claro perjuicio a nuestra principal fuente de trabajo: la ejecución de música en vivo".
"Para quienes ejercemos el arte de la música los ingresos surgidos de los espectáculos musicales tienen carácter alimentario (y por ello urgente). Es por eso la inmediatez con que solicitamos el fin de esta situación".
"Estamos sujetos a que los espacios donde se realice música en vivo cuenten con una habilitación especial y particular, distinta de la que poseen para funcionar habitualmente (un bar no necesita habilitación para contratar a un mozo, pero sí para contratar a un músico)".
