Mientras en las inmediaciones de la Legislatura porteña se manifestaban, en un extremo la Asociación de Circos de la República Argentina (ACRA) y en otro la Fundación Argentina por el Bienestar Animal (FABA), los legisladores aprobaron el proyecto de ley por el cual se prohíbe en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires el funcionamiento de circos y espectáculos circenses en los que intervengan animales cualquiera sea su especie.
Esta prohibición entrará en vigencia dos años a partir de la fecha de la promulgación de la ley, por pedido de la ACRA.
La ley sancionada por 35 votos afirmativos establece que el Gobierno de la Ciudad arbitrará los medios necesarios para la custodia y el sustento de los animales circenses cuyos dueños opten por desvincularse de los mismos.
Varios legisladores dejaron constancia de su voto negativo. Incluso la diputada de Izquierda Unida Vilma Ripoll propuso la prohibición del funcionamiento de todo espectáculo que utilice animales, cualquiera sea su especie. Esta propuesta fue respaldada públicamente por las diputadas Sandra Dosch y Sandra Bergenfeld, y por los diputados Daniel Vega y Tomás Devoto.
Los circos que incumplan esta normativa serán sancionados con una multa de 3.000 a 10.000 pesos y/o con la clausura.
En el debate abundaron los golpes bajos en uno u otro sentido, y los aplausos de los presentes tanto para los legisladores que estuvieron a favor del proyecto del Poder Ejecutivo porteño como en contra.