El jefe de Gobierno Aníbal Ibarra realizó consideraciones sobre su futuro político. "Casi con seguridad vamos a intentar renovar el mandato en la Ciudad de Buenos Aires", afirmó.
Con respecto a los comicios presidenciales, el jefe de Gobierno se mostró escéptico sobre la fecha de su realización. "Así como dije con seguridad hace tres meses que estaba convencido de que no iba a haber internas, si hoy tengo que decir qué opino de las elecciones, tengo que reconocer que no creo que haya. De todas maneras espero que se realicen el 30 de marzo, porque la gente necesita certeza. En esta situación en que está todo dado vuelta no hay nada seguro, la gente no sabe qué es lo que puede pasar, y necesita por lo menos una certeza en términos de renovación institucional de la Argentina", expresó Ibarra.
El titular del Poder Ejecutivo también opinó acerca de la decisión de Luis Zamora de no presentarse como candidato en las próximas elecciones y se mostró totalmente en desacuerdo con él. "Me parece que es el camino más sencillo. Es más fácil en todo caso no involucrarse, no dar la pelea, no mejorar la situación que uno considera que está mal", dijo. En ese punto, ponderó el ejemplo del candidato brasileño de izquierda Luiz Inacio Lula Da Silva, que "desde donde estuvo, perdió y superó derrotas electorales y siempre fue a buscar posiciones de gobierno y, desde ese lado, se involucra y sabe qué es tomar decisiones, administrar recursos y resolver conflictos".
Ibarra afirmó también que "cuando uno dice no voten, está favoreciendo a los partidos tradicionales con las estructuras que uno quiere combatir. Porque si hay 30 por ciento de voto bronca, no es que haya menos bancas sino que las ocupan aquéllos que sacaron menos votos. Por ese motivo, no estoy de acuerdo con esa posición".
Por otra parte, el ex fiscal atribuyó la precandidatura a vicepresidente de Melchor Posse junto a Adolfo Rodríguez Saá a una búsqueda de posicionamiento personal muy afín a los tiempos que corren. "Posse busca posicionarse luego de la debacle política que fue la Alianza y lo digo autocríticamente porque yo formé parte de todo ese proceso. Creo que es un tema de proyección personal, y que cada uno tiene derecho a hacerlo y la gente elegirá qué es lo que prefiere para la conducción de los destinos de la Argentina", manifestó.
DURO CON LA LEGISLATURA
Ibarra también se refirió a los incidentes que se generaron este martes en la Legislatura, durante la sesión en la que los diputados porteños analizaban la posibilidad de insistir con la ley de reducción de la jornada laboral de los trabajadores de Metrovías, vetada por el jefe de Gobierno.
"Hay un reclamo porque se sancionó una ley que dice que el trabajo en todas las bocas del subte bajo tierra es insalubre y que, por lo tanto, tienen que trabajar seis horas. Yo como jefe de Gobierno veté esa norma porque la Legislatura no tiene competencia para decretar una insalubridad ni para reducir la jornada laboral".
Ibarra señaló que "no estamos hablando de empleados que no son públicos sino privados. Porque en realidad no se trata de decir esto es insalubre, sino de hacerlo salubre. Es decir, si falta aire que haya aire, si falta luz que haya luz. Ahora están viendo si insisten o no. Hay una fuerte presión del sector de Metrovías, se generaron situaciones de violencia sobre los legisladores. Uno puede tener la opinión que quiera, pero de ahí hasta generar ese marco de descontrol hay un paso muy grande".
"La cuestión -agregó- es intentar corregir las condiciones de trabajo de los empleados y en última instancia, si no se pueden arreglar, ahí sí se decretará la insalubridad. Pero los legisladores dijeron no, se sanciona y se dice que todo es insalubre, que es lo mismo trabajar a 10 metros de profundidad de un taller o vender tickets a la entrada del subte. Suena simpático decir que en lugar de ocho, se trabaje seis horas. Pero también entonces uno diría que trabajar en un metro cuadrado sentado como taxista durante tantas horas es insalubre y que trabajar cargando la basura y corriendo detrás del camión también lo es".
Con respecto al estado actual de las calles de la Ciudad, el titular del Ejecutivo porteño destacó que "tiene que ver directamente con la situación profunda de crisis por la cual tuvimos que afectar los pocos recursos que teníamos a las áreas más críticas, como educación, salud y ayuda social. Ahora que mejoró un poquitito la recaudación, estamos invirtiendo 11 millones de pesos de aquí a fin de año en un programa a través de AUSA para hacer 77 cuadras del microcentro, repavimentación y plan de bacheo en toda la ciudad".