Daniel Arroyo: “En la Argentina hay una catástrofe social”

Daniel Arroyo: “En la Argentina hay una catástrofe social”

El diputado habló con NU y dijo que toda la dirigencia política debe “colaborar” en este momento crítico: “Nadie tiene que tirar piedras y encender la mecha”.


El diputado nacional Daniel Arroyo (Red por Argentina) no ocultó su preocupación por la situación económica actual. “No hay una crisis en la Argentina, hay una catástrofe social”, advirtió en la entrevista que concedió a Noticias Urbanas.

Exfuncionario bonaerense y dirigente peronista, suena como eventual ministro de Desarrollo Social de Alberto Fernández. Y no esquiva el posible desafío: “Estoy para poner el cuerpo”, aseguró.

-¿La presencia de los movimientos sociales en las calles también es un mensaje de esas organizaciones para el eventual gobierno de Alberto Fernández?

-Más allá de cualquier lectura política, hay un problema de fondo, profundo en serio. Hay una caída muy fuerte en la situación social. No hay una crisis en la Argentina, hay una catástrofe social. Una crisis es algo de costado, cuando hay un grupo o industria que tiene problemas. Acá hay un problema de hambre. Y hambre es comer salteado. Los que hacen changas -el gasista, el plomero o el carpintero- están trabados; hay 300 mil personas que no tienen trabajo y las paritarias quedaron por debajo de la inflación para los que tienen empleo.

Hay un conflicto social fuerte y la situación se ha complicado mucho. Aspiro a que el Gobierno pueda colaborar haciendo dos cosas: poniendo en marcha rápidamente la ley de emergencia alimentaria, volcando ya dinero en lo básico, que son los comedores. Y después sosteniendo el tipo de cambio para que no vuelvan a aumentar todos los precios.

-¿Es posible estabilizar el tipo de cambio en medio de esta incertidumbre política y la coyuntura electoral?

-Tenemos que lograr que se evite otro desacomodo en la vida cotidiana y en el tema de los precios. La Argentina ha tenido crisis peores que ésta. En 2001 hubo 57 por ciento de pobreza y 28 por ciento de desocupación, pero hay dos cosas que son distintas y que han complicado mucho. Primero, el costo de alimentos que sube permanentemente. El mes pasado tuvimos 4% de inflación general y una suba de 4,5% en los alimentos. Es decir, los alimentos siguen subiendo mes a mes. Segundo, el sobreendeudamiento de las familias. La plata no alcanza y la gente toma crédito al 200 por ciento de interés en la financiera de la esquina. Esa situación y el costo de los alimentos ha terminado de desacomodar todo.

-¿Cree que el FMI enviará el desembolso antes de fin de año?

-No sé, no estoy en las negociaciones. Creo que todos tenemos que colaborar. Nadie tiene que tirar piedras y encender la mecha. Y el Gobierno tiene que poner en marcha en serio la emergencia alimentaria y tratar de sostener el tipo de cambio.

-¿Apoya el pedido Alberto Fernández a los movimientos sociales para que no estén en las calles?

-Lo que plantea Alberto es lo que planteamos todos. Es un tema para tratar de ayudar y colaborar. Ando mucho por los barrios y la cosa está muy complicada. La plata no alcanza. Se pararon las changas definitivamente y en el último mes se ha complicado del todo. Los ingresos de las familias se cayeron y aumentaron los alimentos. Entonces, les entra menos plata y suben los precios. Todos tenemos que ayudar y el Gobierno no tiene que hacer discursos altisonantes, sino colaborar también.

-¿Hay un escenario similar al de los meses previos a la crisis del 2001?

-Son realidades objetivamente distintas. Hay situaciones diferentes. En 2001 teníamos otros niveles de pobreza y desocupación. Lo más complejo ahora es el tema del costo de los alimentos…Lo que diferencia esta etapa de la Argentina de las anteriores es que permanentemente aumentan los alimentos.

-¿Preocupa la herencia que recibirá el próximo gobierno?

-Todos tenemos que colaborar. En esencia, a partir del 10 de diciembre a las diez de mañana, habrá que encarar un conjunto de políticas para dejar de caer. Hay que impulsar políticas en dos planos: dejar de caer y después reconstruir.

-Se lo menciona como eventual ministro de Desarrollo Social en un gabinete de Fernández. ¿Le interesaría asumir ese cargo si lo convocaran?

-Alberto ha tenido siempre palabras muy elogiosas hacia mí. Estoy muy agradecido y estoy para poner el cuerpo a lo que sea, como sea y colaborar. La cosa está muy complicada y le tengo mucha fe a un gobierno de Alberto en ese plano. Creo que todos tenemos que poner el cuerpo dónde sea y cómo sea.

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