A propósito de la renuncia de Nicolás “Toto” Caputo como presidente de Banco Central, el economista Daniel Marx, que fue director de este organismo entre los años 1987-1988, opinó sobre la actualidad económica del país, este recambio de autoridades y las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional.
En 80 años de funcionamiento del BCRA en el país, unos 60 presidentes han pasado por la máxima entidad financiera de la Argentina, donde solo uno logró terminar su mandato en este ente autárquico.
Los hechos y estas cifras demuestran que solo quienes presidieron el Banco Central reconocen el nivel de complicación y complejidad que resulta el cargo de titular.
En este contexto, entonces, el expresidente del Banco Central, opinó en diálogo con María Laura Santillán por Radio Nacional: “Por más que el FMI nos preste plata no creo que pueda llegar a salvarnos”. Y consideró también que la entidad ahora está brindando préstamos más flexibles que años atrás, motivo por el que se habla de “un nuevo fondo monetario internacional”, pero remacó que “el ADN del FMI no ha cambiado”.
Respecto de la gestión del Banco Central, Marx respaldó el cambio en la estrategia en la lucha contra la inflación, que viró de una política de metas de inflación a otra de administración de los agregados monetarios, y reclamó mayor coherencia en el área cambiaria.
“Hay que reconocer los problemas y enfrentarlos. Tenemos una Argentina con problemas de competitividad e inflación y eso no dice el FMI cómo solucionarlo“, detalló. Marx, quien además fue Secretario de Finanzas del Ministerio de Economía de la Nación durante 1999-2001, y encargado de negociar con el FMI, habló sobre la recesión económica y las “tormentas”. En esa línea, habló sobre el contexto mundial de los países emergentes y sostuvo que la situación de Brasil puede influir en Argentina. “Tenemos muy cerca las elecciones en Brasil y de allí también depende lo que pueda repercutir en nuestro país. Generar un país previsible y que pueda pagar sus deudas tiene ciertas ventajas”, consideró.