¿Cuál diría que es la situación más alarmante, en términos socioeconómicos, hoy en día?
El mayor impacto lo vemos en el proceso inflacionario. Sobre todo, en el aumento de los precios en los alimentos y en cómo impacta en los ingresos de las familias más humildes. Por eso, es importante el anunció que hizo la Ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz. Hablo del aumento del 40% del monto de la Tarjeta Alimentaria. Otra cosa a destacar es el acuerdo que venimos haciendo a través de Precios Justos. Esta política busca congelar precios de ciertos productos. El foco está en los alimentos ya que, debido a la suba generalizada de los precios de los alimentos, vemos una peor nutrición en los barrios populares. Estas dos medidas son claves para enfrentar la inflación.
¿Desde cuándo cree que se remonta el problema de la malnutrición?
Es un tema que venimos siguiendo hace tiempo. Empezó cuando impulsamos la Declaración de Emergencia Alimentaria a finales del gobierno de Mauricio Macri. La malnutrición se explica, básicamente, por el no acceso a proteínas y, como consecuencia, por el incremento de una dieta basada en hidratos de carbono. Llena, pero no nutre. Hace unas semanas, le hemos llevado un informe al Ejecutivo, que demuestra el incremento de la malnutrición.
¿Quiénes son los más afectados según su informe?
Los niños, definitivamente. Han habido ciertas mejoras. El Gobierno de Kiciloff en la provincia de Buenos Aires ha cuadriplicado el universo de chicos beneficiados por políticas alimentarias, ya que pasamos de 500.000 a 4.000.000. Pero no alcanza. Tenemos que seguir aumentando nuestros esfuerzos. Este cuadro se ve aún más perjudicado con un mercado de trabajo que todavía tiene muchas dificultades. Vemos una agenda para mejorar la economía popular en la ampliación del monotributo y en el avance de una política de créditos. Y, por supuesto, el fortalecimiento de nuestras estrategias productivas que fue lo que llevó a que los movimientos sociales nos alineemos con el gobierno. Así y todo, y con la crisis a nivel mundial, nos encontramos en un cuadro muy complejo.
Según los números que arroja su informe, ¿usted podría afirmar que están mejor o peor ahora que con el gobierno de Mauricio Macri?
Sin duda, estamos mucho mejor. Basta imaginar lo que hubiera hecho un gobierno neoliberal en la misma coyuntura. Basta saberlo con leer algunas páginas del libro de Mauricio Macri. Vamos a estar mejor siempre que no se despidan a 10.000 trabajadores del Estado. Vamos a estar mejor si no se propicia una devaluación como la plantea Macri.
¿A qué se refiere con el despido de los 10.000 trabajadores del Estado?
Que no se cerró Aerolíneas. Eso implicaría que queden miles de trabajadores en la calle.
Por otro lado, está habiendo un ajuste también en este gobierno…
No tiene la magnitud del ajuste que se dio durante el gobierno de Macri. No hay un ajuste en esos términos. No se hizo un salto de devaluación, como propiciaban los economistas que asesoran a Macri. No se avanzó en un proceso de baja de salarios, como promueve Mauricio Macri. A pesar de la coyuntura, con este gobierno se sostuvo la matriz productiva de la Argentina gracias al Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción y otras políticas subsidiarias. Y yo, además, estoy convencido de que nuestro gobierno tiene una mirada basada en sostener una Argentina vinculada con el trabajo. Una mirada que se complementa con la idea de tener un Estado fuerte. Aún con dificultades, estoy convencido de que nuestro espacio es capaz de encontrar una salida de la crisis, que incluya a todos los argentinos y argentinas. No miramos la realidad con anteojeras. Vemos las dificultades y las expresamos. Sin duda, la guerra y la pandemia nos plantean un desafío muy complejo a la hora de mejorar el poder adquisitivo de la gente. Eso no quita que seguro estaríamos peor con las recetas que plantea el ex Presidente.
¿Existe algún indicador que muestre esta mejora?
Aumentó la cantidad de PyMES, por decir algo. Y también, hay que ver lo que están haciendo las economías regionales. Hace poco, estuve en La Rioja. Se están abriendo fábricas textiles. Todos estos avances eran imposibles durante la gestión anterior. Se priorizaba la importación y eso implicó el cierre de muchísimos lugares.
Por último, ¿cómo se encuentra el vínculo entre los diferentes movimientos sociales? ¿Dónde se producen las divisiones?
Existe una parte de los movimientos sociales que tiene una mirada más nacional y popular. Una parte que nos incluye y donde entendemos que de la mano del peronismo, podemos encontrar una salida a esta crisis social. Después, están quienes tienen una mirada más crítica del kirchnerismo. Una mirada que, sin duda, viene de un sector minoritario. La mayoría de los movimientos sociales formamos parte de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP). Por supuesto que dentro de la UTEP hay diferentes miradas y visiones de proyecto. La UTEP es la organización más importante de los movimientos populares y es la que lleva la agenda del sector. Y que adhiere a todas las vertientes del gobierno nacional. Repito, con críticas. Pero que adhiere al proceso que se inició en el 2019.