En Liniers la leyenda que jamás fue escrita afirma que el anterior titular del pelotero que funciona debajo del prostíbulo de Lisandro de la Torre 472 terminó sin piernas. No sólo eso. Fue descubierto su cuerpo dentro del baúl de un auto. Los motivos serían dos. Algunos sostienen que por la falta de pago del alquiler al propietario terminó descuartizado; otros juran que fue una cuestión de drogas. Lo cierto es que el temor al dueño del inmueble que explota en planta baja un pelotero y en el primer piso un prostíbulo es notorio. Ningún vecino se atrevió a pronunciar su identidad. Sólo su apodo y el nombre de pila. ?El Gitano Daniel?. Desde hace años Lisandro de la Torre 472 fue aguantadero para distintas actividades clandestinas. Fue prostíbulo Caprichosas, luego casino clandestino, en 2006 fue denunciado por tener un taller esclavo, y hasta estuvo habitado por vendedores de oro senegaleses, como ex convictos y prófugos de la Justicia que asolaron el barrio con robos. Todo esto a metros de dos jardines infantiles, un colegio religioso, Las Nieves, y frente al local partidario de Solidaridad e Igualdad (SI).
Desde mayo en Lisandro de la Torre 472, su primer piso, con balcón a la calle, es alquilado por Alejandra A. Alvarado Amarilla. En el ambiente prostibulario la conocen como ?la Boli?. Su red para la explotación sexual suma cuatro prostíbulos. A todos los bautiza Paraíso de Ángeles. ?El único pecado es el placer? figura en sus volantes. En los dos prostíbulos de Liniers aparece como titular de la línea de teléfonos. El otro queda en Risso Patron 111 (entre Yerbal y la vía del tren, que alquila a una pareja de gays mayores). Uno lo tiene en el Abasto, sobre Ecuador 289 (frente a un colegio judío y a metros una sede del PAMI) y el primero que inauguró fue en Flores, Bolivia 85.
La historia personal de Amarilla es la regla en el sórdido ambiente de la noche. Ella se crió en una familia pobre y llegó a los quince años al primer prostíbulo. Fue sometida mediante golpes y violaciones y de a poco quedó enganchada con el alcohol y la cocaína. Estuvo en pareja con un dominicano golpeador. Actualmente está separada y su asistente es un joven ucraniano que mide casi dos metros. ?Conociendo su historia se entiende por qué es resentida con nosotras?, contó a Noticias Urbanas una mujer que se liberó de las garras de la explotación sexual y, particularmente, de la cadena de prostíbulos Paraíso de Ángeles.
?Alejandra Amarilla maneja entre los cuatro prostíbulos un total de cincuenta mujeres a las que les quita el 50 por ciento de los ?pases? y, sumado a ello, el descuento entre 80 y 100 pesos por los gastos de limpieza. O sea que una piba en una noche mala, con dos ?pases?, se puede llevar 15 pesos?, confesó uno de los hombres que frecuentó estos prostíbulos. ?Las mujeres se endeudan también por los abortos. Amarilla les da cinco mil pesos y las manda con algunos de los médicos que tiene de confianza.?
En la noche de mayor concurrencia en Bolivia 85 llegaron a tener 150 personas, atendidas por una decena de chicas que hacen la ?presentación?, o sea que desfilan delante de los clientes. Ese lugar fue allanado por la policía pero alguien avisó antes. ?Limpia la casa?, fue la frase de alerta al celular de Amarilla. Cuando llegó la comitiva policial enviada por la Justicia estaba la encargada y otra mujer. Igual fue clausurado y la faja destruida. Hoy funciona.
El prostíbulo de la calle Ecuador es el más denso. Sus volanteros de la noche son dos y portan armas. Allí se trafica cocaína para consumo de hombres y mujeres, y se mantiene escondidas a las menores de edad. El tugurio estaría vendido a un abogado argentino. ?Es el mismo abogado que liberó a la Boli en febrero, cuando fue detenida por tener encima una tiza de merca y las planillas. Se la llevaron encapuchada y esposada, al otro día quedó suelta.?
Las planillas están confeccionadas para llevar la contaduría. Esto es: los turnos, el valor, la hora de entrada y salida, la cantidad de preservativos usados y otros gastos extra. Un bucal cuesta 30 pesos, 15 minutos 60 pesos, 30 minutos 80 pesos, la hora 120 pesos y 140 pesos sexo anal y vaginal. A domicilio, el servicio cuesta 200 pesos. En una noche, en un solo prostíbulo de Paraíso de Ángeles, se recauda por arriba de los cinco mil pesos. ?A la chica que hizo mucha plata, siempre, a la cuadra, terminan robándole. Así opera la estructura de Alejandra Amarilla?, sostiene una de las mujeres que pudo sobrevivir al infierno. ?La Boli usa de mano derecha, para ir a buscar las recaudaciones por turno (se producen cada 12 horas), al ucraniano y a una encargada.?
Los gastos extra que figuran en las planillas de Amarilla incluyen los que se utilizan para acondicionar los altares umbanda que tiene en cada prostíbulo para atraer clientes. A la Pompa Gira vestida de azul y su marido (deidades umbandas) los hace disfrutar de un baño de un caro champagne, cigarrillos, miel y flores frescas. Todo a costa de la facturación diaria que le deja la explotación de cincuenta mujeres.
Alejandra Amarilla también se dedica a la compra de mujeres o quizás las recibe cuando otros proxenetas están en aprietos. Desde el extremo sur o el norte del país recibe mujeres. Hasta explotó a una misionera que era buscada por la Justicia. La forma de cooptarlas es por el rubro 59 o en la calle cuando algún prostíbulo es cerrado. Uno de sus centros de negociaciones es un bar ubicado frente a la plaza Flores, El Odeón, en la esquina de Pedernera y Rivadavia.
La impunidad de los proxenetas es tal que delante de las cámaras de televisión los soldados de los empresarios de la explotación sexual y la trata de mujeres se llevaron valiosas pruebas que los incriminan. Primero, un hombre joven de gorrita blanca ingresó. Al tiempo salió caminando escondiendo la cara de las cámaras de los canales de televisión. Este joven dio vuelta a la manzana para ingresar a Tuyutí 6575. Allí funciona el cuartel general de esta mafia que dirige el Gitano y que alguna vez funcionó como casa de explotación sexual.
La segunda avanzada impune a la vista de los móviles de los noticieros llegó en un Volkswagen gris, patente DLA 966, modelo Polo y vidrios polarizados. De allí bajó uno de los proxenetas. Fue a buscar, con una caja, las planillas de los pases y gastos más los preservativos (ver foto al pie de la nota). Lo acompañaba una mujer con una mochila. Este cronista encaró al custodio y chofer. Ese hombre de casi un metro noventa parado en la puerta del prostíbulo con anteojos oscuros respondió que era sólo un remisero. No es habitual que un simple remisero espere en la puerta del domicilio que baje su pasajero. Tampoco que tenga el físico de un patovica de boliche. Este hombre y la mujer, al salir y ante las consultas de los periodistas, se zambulleron en el auto. Con velocidad se fugaron de la interpelación periodística porque hablar de jueces, fiscales y policías, por estos días, es una utopía. Tanto es así que hasta el cierre de este artículo no se produjo ningún allanamiento por parte de la Justicia Federal o Contravencional local. Ni siquiera estuvo en el lugar ningún efectivo de la Policía Federal Argentina (PFA) que dirige Néstor Valleca. De hecho, el actuar de la fuerza policial que depende del Gobierno nacional, y la Justicia Federal y local fue la ausencia planificada. Antes de que llegara el primer móvil de TV, la Policía Federal, a través de uno de sus altos oficiales en la Comisaría 44, procuró lo que consideran su trabajo. Avisaron que sacaran a las chicas y que se retirara la custodia de la esquina Tuyutí y Lisandro de la Torre.
A las ocho de la mañana del último martes llegaron dos autos. Entre seis o siete víctimas de la explotación sexual, paraguayas y provincianas del norte argentino, fueron trasladadas. Se ordenó distribuirlas en algunos de los otros tres prostíbulos en los que figura como ?prestanombre? la madama Alejandra Amarilla. Este mafioso proceder permitía asegurar que si algún juez o fiscal se le ocurría actuar, producto de la presión mediática, no iba a encontrar las pruebas de los delitos a la Ley nacional 12.331, conocida como Ley de Profilaxis, y al convenio con jerarquía constitucional que pena la prostitución por cuenta ajena. En cambio, si en la noche del martes hubieran ido los que entienden en la causa del prostíbulo, se habrían llevado una sorpresa. Porque retirada la guardia periodística, las mujeres fueron devueltas y los clientes reaparecieron a tocar el timbre 1 de Lisandro de la Torre 472.
?Es un mamarracho. Hoy (por el miércoles 3 de noviembre) aparecieron dos policías de civil, la brigada, en un Ford Escort gris con patente ASG 856. Donde no entraron es en el prostíbulo. Sí fueron a la remisería de la cuadra a preguntar si existe otro prostíbulo. Señalaban mi casa?, contó a este medio uno de los vecinos de la cuadra que habló ante las cámaras por el escandaloso prostíbulo. ?Nos están amedrentando. Se dedicaron a sacar fotos a nuestras casas?, decía otro de los vecinos, que vive pegado al tugurio y que también dio testimonio pese al temor que lo embarga.
LAS DENUNCIAS IGNORADAS
La fundación La Alameda, varias organizaciones antitrata y los vecinos de diversos barrios, entre ellos de Liniers, confeccionaron una lista de 813 prostíbulos que operan en la Ciudad. Tomaron los avisos clasificados de todos los diarios y los volantes callejeros. Entre ellos figuraba Paraíso de Ángeles. El procurador nacional, Esteban Righi, jefe de fiscales, recibió la lista de los prostíbulos. También la recibieron el Ministerio Público Fiscal, presidido por Germán Garavano, y la Agencia Gubernamental de Control (AGC), por su área de habilitaciones. Ni la fiscalía de Trata (Ufase), a cargo de Marcelo Colombo, ni los fiscales porteños, ni los funcionarios porteños pudieron erradicar la denunciada industria prostibularia.
La agrupación Liniers Así No Te Queremos volvió a insistir en la Justicia hace menos de un mes. El prosecretario de Mesa de Entrada, Rubén Galickas, respondió que la denuncia la incorporaron ?en la base de datos bajo el Nº 94.536?, y añadió que se formalizó en la ?causa Nº 50.868, la cual tramita ante la Fiscalía en lo Penal, Contravencional y de Faltas Nº 4?. El fiscal que hasta el momento no actuó en este caso se llama Diego Calo.
Antes del fisca Calo hubo otros funcionarios judiciales. El propio titular de la AGC, Javier Ibánez, los dejó en evidencia. Se ordenó ?una inspección (en el prostíbulo de Lisandro de la Torre 472) a fines de 2008 y se clausuró por no permitir el ingreso a los inspectores?. Esa clausura fue violada y la AGC realizó la denuncia ante la Comisaría 44 y la fiscalía de turno, explicó el funcionario Ibáñez sin puntualizar qué fiscal tomó la denuncia. En julio de 2010 se hizo una nueva inspección, pero los proxenetas no abrieron la puerta. Se solicitó el allanamiento pero ?no fue concedido por el juez contravencional?, que Javier Ibáñez se cuidó de no identificar.
Una vecina dejó en evidencia el actuar de los inspectores con la Federal. ?Cansados de la música, una noche llamamos al Gobierno porteño. Llegaron los inspectores con la policía. Nos tocaron el timbre y nos hicieron un cuestionario como si nosotros fuéramos los delincuentes y no los del prostíbulo. Apenas lo clausuraron y se fue la camioneta del Gobierno porteño, del patrullero bajaron los policías para arrancar la faja de clausura?.
La Comisaría 44, con jurisdicción en Liniers, hace meses cambió sus jefes. La Federal movió sus fichas ante el escándalo por el allanamiento y clausura de la Justicia Federal a otra red de prostíbulos, unos cinco, frente a la estación de tren de Liniers. El ex comisario de la 44, Eduardo Bayot (que apenas permaneció ocho meses al frente de la dependencia), fue derivado. En su lugar asumió el comisario Carlos Alberto Stamato, secundado por el subcomisario Oscar Javier Dolcemascolo. El comisario Stamato prometió en una reunión con vecinos que seguirá de cerca el tema prostibulario. La frase ?mimetizarse con el delito? parecen habérsela tomado muy en serio. El abogado de la Defensoría del Pueblo porteña, Mario Ganora, desconfía de esa promesa. ?El Estado es proxeneta. No hay más que buscar en las páginas doradas y ver que promocionan Paraíso de Ángeles. O tomar nota de la cantidad de prostíbulos en toda la Ciudad. En todo caso, ver la página Salí seguro del Gobierno porteño, donde figuran como bares?. Lo que no sabe el abogado, y descubrió este medio, es que hasta los preservativos de los prostíbulos son financiados por el Estado de la Ciudad. ?Son los forros gratuitos que entrega el gobierno en los hospitales?, remató un conocedor de las sucursales Paraíso de Ángeles.