El lunes pasado, Patricia Bullrich enfrentó, en un local de comidas regionales del barrio de la Recoleta, a un selecto auditorio que la obligó -según su propia confesión- a ocuparse (¿transitoriamente?) de los temas específicos de la Ciudad de Buenos Aires, que hacía mucho tiempo que no trataba en público, absorbida por los problemas de la Nación.
En la reunión -coordinada por Javier García Elorrio- estuvieron presentes, entre otros, el empresario y concesionario del Tattersall, Jorge Bernstein; Manuel del Valle, arquitecto y urbanista; Fernando del Solar Dorrego, integrante de la Asociación de Vecinos de Plaza Alemania; Ana Obarrio de Preyra Iraola, de la Asociación de Vecinos de la Calle Arroyo; Esther Zuloaga, de la Asociación Vecinal de Plaza San Martín; Josefina de Laferrère, de la Asociación de Vecinos de Palermo Chico; Patricia Peralta Ramos, presidenta de la Asociación de Vecinos de la Avenida Alvear; Jorge Cosentino, ex director del Jardín Botánico y Andreína de Caraballo, presidenta de la Asociación de Vecinos de Plaza Mitre. Mientras tanto, Andrea González luchaba por lograr que a nadie le faltaran ni las empanadas ni el vino.
Los presentes, que sumaban unas cincuenta personas, le plantearon -entre empanadas y vino de San Juan- a Patricia Bullrich -vestida con el traje de candidata- una serie de problemas que fueron desde la ocupación ilegal de los espacios verdes hasta la ley de presupuesto, pasando por la inseguridad, la protección del patrimonio urbano, la poda indebida de árboles y el incumplimiento de las leyes, en cuanto a los temas específicos de Buenos Aires. Hubo también sugerencias para que Bullrich implemente una mayor eficiencia en las acciones de gobierno, una apelación a superar la crisis de los valores y hasta un ruego para que sea clausurado el COMFER, que si bien no es un tema específico de la ciudad, desvelaba a alguno de los allí convocados.
Finalmente, Patricia Bullrich habló y comenzó reconociendo la degradación que envuelve tanto al gobierno que se ensaña en especial con algunas instancias dentro de él, como las fuerzas de seguridad. Se mostró, además, tanto contraria a las listas sábana como favorable a la existencia de un aceitado sistema de consulta a la ciudadanía.
En cuanto al Gobierno porteño, Bullrich planteó que nunca modificó su estructura, por lo que en la Ciudad de Buenos Aires existe una enorme cantidad de empleados públicos, que incluye también a los que revistan en las reparticiones nacionales y en los organismos descentralizados.
La candidata atribuyó esta acumulación a la inevitable negociación que entablan las autoridades que asumen el gobierno porteño con el sindicato de empleados públicos, que además impide la modernización de las estructuras. Patricia Bullrich también le achacó a esta negociación la inexistencia de una carrera administrativa en el Estado porteño.
Posteriormente, la candidata manifestó que "no hay posibilidades de pensar en el desarrollo estratégico si la dirigencia piensa solamente en el día siguiente. Deberíamos tener en cuenta que la Argentina va a llegar a los 50 millones de habitantes en los próximos 30 años, de los cuales el 50 por ciento estarán viviendo en la Capital y el Gran Buenos Aires".
Por esta razón, planteó Bullrich, "toda planificación de la Ciudad de Buenos Aires debe estar integrada con la planificación que desarrolle el Gobierno nacional. Por eso es que habría que pensar el Gobierno para la Ciudad, a la vez que se debería pensar la Ciudad para el país".
En cuanto al problema de la seguridad -uno de los temas más solicitados- Patricia situó el tema en "una verdadera construcción de una policía ligada a la comunidad, con una permanente relación con ella". Además, la candidata se refirió a que "no hay problemas grandes ni problemas chicos, todos ellos están referidos a una crisis de los valores".
"Buenos Aires -agregó Bullrich- tiene enormes posibilidades de trabajo. Hay que desarrollar una fuerte relación entre el trabajo y la educación. Incluso, la Universidad de Buenos Aires debe pasar a depender de la ciudad y continuar su desarrollo en consonancia con ella, como ocurre con todas las universidades nacionales que hay en el país".