Soy cineasta y documentalista. Nos sentamos con Agustín, que es mi coguionista y mi marido, y dijimos de hacer un documental sobre diversidad sexual pero que no sean los eternos clichés del escándalo, el amarillismo y la transa en la calle. La serie no tiene el formato de cine-documental. Si bien es muy documental, es televisivo. Yo quería algo más actual, de televisión, más rápido. Pensamos en Canal Encuentro o la Televisión Pública. Justo ahí surgió el Concurso Federal Nacional, organizado por el Incaa, para televisión abierta y digital. Lo presentamos, y Salida de emergencia fue la serie ganadora con mucho apoyo. Otro tema era tener las manos libres porque la mayoría de los medios se meten mucho en la obra en sí. En el montaje, la manera de contar, etcétera. Nunca tuvimos ninguna bajada de línea de nadie. Sale por Canal Encuentro y estamos muy felices, ya que lo logramos.
La serie se llama Salida de emergencia porque partimos de la idea de que salir del clóset es urgente y necesario. Cuando no podés más, salís. En la serie tenemos una forma particular de retratar eso. No son entrevistas y más entrevistas. Por ejemplo, Angie es bombero y sargento de la Policía de Rosario. Es trans y vivió todo el proceso dentro de la fuerza. Con los guardaparques de El Bolsón, que son casados, también hicimos lo mismo, los acompañamos en su situación cotidiana. El lema de la serie es ?Cada día se sale del clóset? porque todos los días tenés que renovar y reafirmar tu identidad. Otra cosa que surgió es la idea de la heteronormatividad interiorizada. Ahí te das cuenta de que los obstáculos están en uno mismo. Julio es colla. Recibió golpes y discriminación, pero no se muda ni a palos. Si estás en Buenos Aires, en San Telmo, con mucha gente acostumbrada a la diversidad sexual y todo eso, ¿no podés salir del clóset? Porque al fin y al cabo, está adentro de uno.
Impasse 1: El bar La Prometida es el punto de encuentro con Mathieu. Un exprimido de naranja es la mejor opción para el momento, superando al sempiterno café. La charla va y viene con tanto entusiasmo que se corta la cinta y nadie se da cuenta.
Sé que es una obviedad cuando digo que me enganché con todas las historias. Eran muy fuertes y muchas inesperadas, que surgieron en el lugar, como en Puerto Madryn. Ahí filmamos a Laura, una remisera trans. Estábamos a punto de finalizar el rodaje, ocho meses en la ruta y ya teníamos varios casos, cuando nos fuimos a Chubut Diver, una asociación por la Diversidad. Al lado de mí se sentó Laura, una chica que no conocía. Ella me empezó a contar su historia y me puse a llorar. Le dije: ?No me cuentes más nada. Mañana vamos a la playa y charlamos tranquilos?. Ese es uno de los testimonios más fuertes. Todas las historias nos sorprendieron. Llegabas y era una caja de sorpresas que se abría. La gente estaba muy feliz de que llegáramos hasta ellos en Humahuaca, Madryn, Neuquén o donde fuere. Había una necesidad de visibilizarse pero con gente que no lo va a agarrar para otro lado.
No es cierto eso de que ?Europa tiene la cabeza más abierta?. Yo vivo una situación muy graciosa y extraña al mismo tiempo. Llegué a la Argentina en medio de la crisis de 2001. Me fui al sur, donde me quedé cuatro años, y me enamoré mucho de ese lugar. Mis familiares y mis amigos me decían que estaba loco, por esas imágenes de noticiero extranjero en las que parecía que nos estábamos matándonos entre todos. Había que explicar que la gente está más acostumbrada a la crisis y era más reactiva. Eso, en Francia, es inimaginable. Con un dos por ciento de inflación se ponen locos, guardan nafta y eso. Ahora es al revés: la Argentina es la que está bien y Francia y Europa, mal, con crisis. Los que tienen la mente abierta, en esta temática de la identidad, son los argentinos. Mirá que hablo con gente que piensa que es lo más progre del mundo y no es así. Hoy, Francia está muy retrógrada en esa cuestión. No hay matrimonio igualitario ni una visibilización futura de que se pueda llegar a concretar.
Impasse 2: Mathieu ya es un argentino más. Tiene los modismos propios de Buenos Aires y poco acento francés. Locuaz y simpático, cuenta los pormenores del documental realizado con su marido.
El día que se sancionó la Ley de Matrimonio Igualitario estábamos con Lucy Patané, que hizo la música de la serie, en un bar francés en México y Defensa, festejando el 14 de Julio, por La Toma de la Bastilla. Cantábamos canciones en francés pero siempre con un ojo mirando la televisión, a ver qué pasaba. No creía que la fueran a sancionar. Fuimos a la Plaza y nos quedamos hasta las tres de la mañana. Me acosté y me desperté con un desayuno especial, con flores. Agus me dijo que se había sancionado la Ley y que ya nos podíamos casar. Ahí sentí que desperté en otro país. La Ley de Matrimonio Igualitario, en sí, es una pavada. No le cambia nada a nadie. Lo importante fue el debate que se realizó al respecto, que fue inédito. Se cayeron muchas caretas, con la Iglesia sacando chicos a la calle. Esto permitió un debate nacional que realmente visibilizó a un montón de gente, y en la serie podés ver que todos se refieren a la Ley. La Ley cambió a la sociedad y eso está claro.
El mayor problema para la consolidación de la diversidad sigue siendo la educación. Hay un proyecto de educación sexual integral que se está poniendo en marcha.
La homosexualidad existe desde que existen los hombres. Había ciudades como Atenas, donde era valorada, y vamos a Uganda, donde es delito con pena de muerte. Los jóvenes de acá son más fluidos con el tema pero, ojo, hace falta cambiar el principio de la educación sexual. Quien hoy es ?gay friendly?… todo bien, pero nadie, desde el punto de vista de la escuela, dice que ?está todo bien?, que hombre con hombre funciona al igual que mujer con mujer. Falta esa variación. Tengo fe en que, gracias a Canal Encuentro, este mensaje llegue a muchos lugares. Imaginate un chico gay o trans en la Patagonia o donde sea, que ve que lo puede ser tranquilamente, con su familia aceptándolo y con una carrera universitaria completa. Puede haber un clic en la cabeza y decir ?yo puedo?. No solo tenemos derechos sino que también podemos ser felices.
Salida de emergencia. Canal Encuentro. Los martes, a las 22.30.
