El exsecretario general de la Presidencia y mano derecha de Mauricio Macri, Fernando De Andreis, visitó el miércoles el “búnker libertario” con la misión de pasar un mensaje de su jefe, que en estos días se encuentra en Arabia Saudita. “Mauvricio no está pidiendo cargos ni está vetando nombres”, fue lo que transmitió el exfuncionario a uno de los hombres de mayor confianza de Milei. “Si hay rosca, que no le cuelguen la galletita a Mauricio”, agregó.
A larga distancia, Macri buscó así acallar los ruidos que hay por la confección del organigrama del futuro gobierno de La Libertad Avanza (LLA). En particular, el expresidente buscó alejar la versión de que le puso bolilla negra a Federico Sturzenegger, uno de los economistas que orbitan alrededor del líder libertario.
Cerca de Milei se empeñan en ahuyentar el fantasma del “cogobierno” con el Pro. “Javier bajó la línea de que no haya ni autoconvocados ni rosca por abajo. Obviamente se van a hacer acuerdos con los aliados y se van a dar lugares para asegurar la gobernabilidad, pero el armado es de arriba para abajo”, dijo un colaborador del libertario.
Con el mensaje que llevó Fernando De Andreis, Macri buscó, con su gestión a larga distancia, cuidar la relación que comenzó a construir con Milei. El mensaje que le transmitió a los libertarios fue que él va a estar “a disposición” de lo que necesite el presidente electo. “Si Javier lo llama, él le va a aportar su experiencia”, fue el concepto. Macri se desentendió así del resto de las gestiones que se están dando en las segundas líneas entre los libertarios y Juntos por el Cambio (JxC).
El expresidente se siente reivindicado por el triunfo de Milei, tras la jugada política que hizo en la cena de Acassuso, que terminó por detonar a Juntos por el Cambio (JxC). Además, cree que la figura del libertario lo ayudó a sincerar a su coalición política en lo ideológico.
Más allá del mensaje que busca transmitir Macri, en las filas libertarias hay irritación por la interpretación que hacen en el Pro del resultado de la elección. En la cúpula de La Libertad Avanza (LLA) creen que, si bien el apoyo de Macri y Bullrich ayudó a que Milei fuera más digerible para su electorado, los votos hubieran migrado igual en el balotaje.
Milei, sin embargo, sabe que tendrá que repartir lugares de decisión para mantener saludable su relación con Pro -indispensable para garantizar la gobernabilidad-. Además necesita nutrir a sus equipos con cuadros con cierta experiencia en el Estado.
Entre los altos mandos de Pro que acompañaron a Macri y Bullrich en su apuesta por Milei confían en que durante los próximos días se destrabarán las negociaciones para definir el eventual desembarco de macristas en puestos codiciados. El acuerdo incluiría la presidencia de Diputados, secretarías, puestos en la cartera de Seguridad y sillas codiciadas en empresas públicas. En esa rama interna de Pro especulan que Milei trazará las condiciones del pacto con Macri a sabiendas de que requerirá construir un colchón de apoyos en el Congreso para garantizar la gobernabilidad.
El universo de los halcones de Pro podría reclutar unos 35 diputados, aunque Macri, Bullrich y Ritondo confían en que sumarán adhesiones de radicales afines. El rol de la liga de gobernadores de Juntos por el Cambio (JxC) será crucial en el rearmado opositor y en la discusión con Milei para darle votos a cambio de recursos.