Usted afirmó que una de las rarezas que trajo Javier Milei es que se eligió a la persona y después al gobierno. ¿Qué quiso decir?
Cuando uno vota frentes tradicionales o que por lo menos hayan tenido alguna experiencia de gobierno, el votante tiene una mediana idea de quiénes van a formar parte del gabinete. Con Javier Milei se dio muchísimo corte de boleta. Fíjate que sacó más votos que la lista de senadores y diputados. Es decir, se desconfiaba de los que acompañaban a Milei. Una vez que asume Milei, se conoce cómo va a ser su gobierno. Es como si uno hubiera votado la puntita del iceberg y ahora estás descubriendo quiénes están abajo, con todas las contradicciones que eso conlleva. Por eso, la frecuente rotación de ministros. Y esto se vincula con que la doctrina de Milei no está clara. El anarcocapitalismo se funda básicamente en premisas sobre la economía. Y ojo, porque el presidente no puede ser sólo economista. Cuando uno preside un estado moderno, uno se tiene que ocupar de millones de cosas. Y por más que está el caso de Scioli, que pareciera decirnos que las ideas no son tan rígidas, Milei intenta imponer su opinión sobre los temas.
¿Diría que es un liderazgo personalista?
Absolutamente. Todos se tienen que acomodar a dos o tres ideas. Milei quiere imponer ideas muy rígidas en un mundo que es muy flexible. Esto en el peronismo no pasaba, ni siquiera con una Cristina que siempre intentó homogeneizar todo. Esa falta de flexibilidad, en algún momento le va a empezar a pagar factura a Milei. La gente vota por cosas muy sencillas: si le creo, si me gusta, si va a bajar la inflación o cualquier otra acción específica. Nadie entra en los detalles. Es decir, nadie se puso a pensar cómo Schiaretti va a votar en las Naciones Unidas.
Otra novedad de Milei es la aparición de la Primera Hermana, como la llama usted. ¿Cómo cree que el votante de La Libertad Avanza (LLA) ve a Karina Milei?
Y eso que al principio no la quería mostrar. Yo me lo crucé a Milei en varias oportunidades y nunca había visto a la hermana. Es otro actor político que evidentemente empieza a pesar. Lo curioso es que ves que hay gente a la que no le gusta. Muchos prefieren a Villaruel. Con Caputo pasa algo parecido. Es decir, una persona que no tiene un cargo y sin embargo tiene un poder de toma de decisiones muy importante. Me recuerda a Durán Barba con Macri. Volviendo a la hermana, ella es Javier. Y se inventó un héroe a través del mito de que ellos pasaron una infancia dura y juntos pudieron sobrevivir. Desconfío mucho de esos relatos, porque son posteriores.
¿Cree que el “voto joven” influyó en que gane una figura como la de Milei?
Hay algo del deseo de votar a alguien disruptivo, que también me parece peligroso, porque es como si se le estuviera quitando responsabilidades. Como si Milei no tuviera ningún compromiso. No tiene gobernadores y, por lo tanto, no tiene ninguna presión de acordar con otros. Imaginate si hubiera ganado Píparo en la provincia. Lo hubiera condicionado bastante, porque ella tendría que rendir cuentas del conurbano y todo lo que eso implica. Él no carga con ninguna presión, ni siquiera de sus propios legisladores. Presentaron las dos partes de la Ley Bases, pero después no presentaron ningún otro proyecto. Esto lleva a que se esté peleando con todos, todo el tiempo. Con respecto a la hermana, ahora está tomando otra relevancia, porque se están discutiendo las listas para las elecciones del año que viene.
¿Cree que Karina Milei va a ocupar un lugar en las boletas de LLA?
¿Pero quién es Karina Milei como política? La única vez que la escuchamos hablar fue en aquel acto, donde se la notó nerviosa. Y uno espera de un político que pueda, mínimo, hablar en público sin problemas. ¿Podrá ser candidata a diputada? Por otro lado, lo federal le va a empezar a pesar a Milei. ¿Cómo va a ser la campaña? ¿Va a ir distrito por distrito? ¿Le conviene poner a alguien con su mismo apellido? Cuando tu apellido pierde, es una derrota descomunal.
Si a Milei se lo votó en el 2023 para cambiar el status quo, ¿considera que el año que viene esta motivación va a seguir estando?
Milei sacó el 30%. El resto es prestado de los votantes de Bullrich y Rodríguez Larreta. Ese 30% es, además, un electorado no situado. No tiene territorio. Es un voto bien posmoderno. El voto tradicional se vinculaba a la actividad del electorado, como era el “voto obrero”, por ejemplo. Con el paso del tiempo, el voto se empezó a ligar más con lo territorial. Acá aparece la figura del caudillo. Más cerca del siglo XXI, el voto empezó a desconectarse de estos factores. Aquí empieza la construcción del candidato como marca. Con Milei, el voto se empieza a desconectar de vinculaciones partidarias. Empieza a predominar un voto flotante, un voto emotivo. Éste es el voto posmoderno. Me convenció porque grita todo lo que yo pienso. Es un voto antipolítico. No importa la trayectoria. Lo voto porque no tiene nada que ver con el pasado. Le voy a confiar porque no tengo elementos para castigarlo. Este voto, muy típico del electorado de Milei, sorprende, tiene mucha presencia en las redes sociales y es también muy inestable. Así como el candidato no tiene compromisos con nadie, el votante tampoco los tiene con el que votó. Incluso, con el tema de la concurrencia. Alrededor de un 25% elige el mismo día si va a votar y a quién. Un voto muy poco informado. Vota como quien pone una ficha en una ruleta.
¿Qué rol cumplen las redes sociales?
Tenés personajes como el Gordo Dan. Puede insultar por redes, pero difícilmente pueda insultar en la televisión. Hace unos días, Rodríguez Larreta sacó un artículo sobre los insultos que más dice Milei. La gente ya lo naturalizó. Pero una cosa es que lo diga Milei y otra es que lo diga alguien que no es Milei. Ahí, le surge un problema. Por otro lado, las redes sociales no compensan el entramado federal. Éste es un gobierno bien porteño, que es también la base del PRO. Va a ser una elección difícil. El gran “logro” de Milei es haber bajado la inflación. ¿Pero cuánto le rinde? Si uno ve los datos del consumo en supermercados, ve que bajó muchísimo. Y eso suele indicar que hay una alta recesión. La ventaja que tiene Milei es la disolución del sistema político. Es la misma razón por la cual emerge. Milei está más para la monarquía, para ser un Luis XIV. Pero no funciona así en la democracia, en un mundo tan horizontal. Lo que te hace tener 70% de popularidad, es lo mismo que en dos meses te puede dejar mal posicionado.
