Tras los inconvenientes que tuvieron lugar en las últimas semanas con el suministro de luz tanto en Capital Federal como en Gran Buenos Aires, y tras las multas y compensaciones anunciadas desde el Gobierno Nacional, el ministro de Planificación, Julio De Vido, acompañado por el viceministro de Economía, Axel Kicillof, anunció en conferencia de prensa el aumento de las tarifas de luz y gas para financiar los fondos para el desarrollo y distribución de gas y electricidad y así expandir las redes en las áreas que operan Edenor, Edesur, Metrogas y Gas Ban.
Sin embargo, el representante de la cartera que comanda Hernán Lorenzino, anunció que continuarán vigentes los subsidios. “Tenemos que tener tarifas subsidiadas para una mejor competitividad con respecto a otros países”, señaló.
Según informó, los aumentos en las tarifas de luz se comenzarán a percibir en las próximas facturas y oscilarán entre 4 y 150 pesos -bimestral- de acuerdo al consumo de cada caso. “El 72 por ciento de los hogares de Capital y Gran Buenos Aires no van a pagar más de 17 centavos por día”, dijo.
Respecto a las obras correspondientes al gas (con aumentos entre 4 y 60 pesos), por ejemplo en el caso de la Ciudad, se incorporarán al servicio a 50.000 usuarios de barrios del sur. El aumento será de 8 centavos por día.
Las obras, que costarán 2.000 millones de pesos, se concretarán a partir de ahora y en tres años, beneficiará principalmente a localidades del norte y sur de Gran Buenos Aires y también a los barrios del sur de la Ciudad que, de acuerdo con el ministro, “son quienes más incrementaron la demanda”.
En relación al aumento de las tarifas expresó, “hay otro motivo del incremento que es la suba de los salarios”.
“El Estado para conseguir este nivel tarifario debe intervenir dinero. Lo llamamos inversión porque le damos competitividad a la industria y más poder de consumo. Es un subsidio deseado por nosotros”, precisó.
Con un balance sobre lo actuado desde 2003 hasta el momento, afirmó que “el modelo que estamos llevando adelante tiene el eje puesto en la producción industrial y estamos reindustrializando el país, y uno de esos frutos es una demanda creciente y casi explosiva de energía”.
“Esto se expresa en que la demanda se expandió un 41 por ciento en ocho años, casi un 50 por ciento más que en la fase neoliberal, lo que representa un esfuerzo enorme en materia de inversión”, continuó el viceministro.
Y agregó: “La red de transporte de energía es de 7.000 megavatios adicionales, y el tendido de la incorporación en la red de alta tensión ve un aumento del 42 por ciento respecto del 2003″. “Estamos hablando de infraestructura, con 4.700 kilómetros de distribución y un crecimiento también de los usuarios abastecidos en un 25 por ciento más”.
