La Legislatura porteña sancionó este mes una ley que prohíbe a las líneas de colectivos transitar por el casco histórico de la Ciudad. Sucede que esta zona de la Ciudad de Buenos Aires -que está comprendida por San Telmo, Monserrat, parte de Barracas y parte del microcentro- es un recurso no renovable y su degradación, desprotección o abandono implica la pérdida paulatina de la historia e identidad de los porteños.
"Los nuevos recorridos que estas líneas van a tener serán determinados por la Comisión Nacional de Regulación del Transporte y por la Secretaría de Transporte Nacional, porque el Gobierno de la Ciudad tiene facultad para prohibir el paso por ciertos lugares, pero no para fijar las vías alternativas de recorrido", explicó el diputado Julio Vitobello (PJ), autor de la iniciativa.
Según afirmó el vicepresidente segundo de la Legislatura, "lo que sucede es que la cantidad de líneas y el peso que tienen este tipo de vehículos producen grietas en los edificios históricos y antiguos. En los nuevos también, pero los viejos están mucho menos preparados. Por ejemplo, la Iglesia de San Ignacio, que está en Bolívar, es el segundo muro más antiguo de la Ciudad. De seguir con el constante paso de colectivos seguirán produciéndose grietas en el edificio". Para Vitobello había dos causas fundamentales para decidir la prohibición. Por un lado, la destrucción del patrimonio histórico y por el otro, el peligro de derrumbes.
El legislador pronosticó que "la norma tiene que comenzar a regir aproximadamente en febrero o marzo, lapso en el cual se tendrá que determinar el recorrido alternativo de estas líneas de colectivos". Cabe destacar que ésta es la primera vez que en el país se sanciona una ley de estas características.
"Reconozco que esta ley va a perjudicar a una cantidad de porteños que tendrán que caminar más para llegar a sus hogares o bien tomar otro tipo de transporte, pero las medidas ideales que beneficien al cien por ciento de la población no existen. Uno tiene que evaluar el interés que protege cuando dicta una medida o cuando propone una ley. Siempre hay algún perjuicio que ocasiona y uno tiende a atenuarlo y a que sea lo menor posible. En todas las ciudades del mundo se aplica esta ley y nadie la discute porque es algo absolutamente lógico", sostuvo el diputado justicialista.