Néstor Rossi, titular de Autopistas Urbanas, empresa de propiedad del Estado de la Ciudad que factura alrededor de 100 millones de pesos por año, tomó la decisión de cerrar la vía rápida para los vehículos para que 50 piqueteros pudieran acceder por dicha vía al centro de la ciudad.
Rossi afirma que lo hizo "para garantizar la seguridad de las personas que van caminando, y también de los propios vehículos. Una autopista es una vía rápida donde los vehículos vienen entre 80 y 100 kilómetros por hora, y la verdad que, las leyes, inclusive la ley de tránsito impide se circulen peatones. La verdad que nosotros no entendemos cual es el motivo que decidió a utilizar esta vía, realmente nos parece desproporcionado la necesidad de manifestarse, con el daño que está provocando esto a los usuarios, y a todos los ciudadanos".
Rossi se mostró sorprendido por la autorización para el ingreso de los piqueteros, se preguntó porque no habían tomado alguna vía alternativa y dijo no compartir la decisión que había tomado el movimiento piquetero. Pero la realidad fué que nada se hizo para controlar la situación y la Autopista tuvo que ser cerrada.