El asado que organizó el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, en el predio donde funcionó la ESMA desató la polémica y se ubicó como uno de los principales temas del día en la jornada de este jueves. Después de que representantes de distintos bloques exigieran su renuncia al cargo, tanto desde la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación como las asociaciones Abuelas y Madres de Plaza de Mayo e HIJOS dieron su opinión sobre la situación.
Desde la dependencia del Ejecutivo Nacional señalaron mediante comunicado que “la elección del lugar no fue una decisión fortuita o azarosa“, sino que “nació desde la convicción de fortalecer y profundizar las políticas públicas de memoria, verdad y justicia, y el avance de las políticas de derechos humanos”.
“No es un dato menor que allí se realice una actividad en la que se pongan de manifiesto los logros y avances de las políticas públicas en derechos humanos, la construcción de la memoria y el esclarecimiento con justicia y verdad de los delitos de lesa humanidad”, precisaron desde la Secretaría.
En sintonía, y rememorando la decisión del presidente Néstor Kirchner en su momento de convertir la ex ESMA en un Espacio para la Memoria y la Promoción de los Derechos Humanos, señalaron que “se abrió un debate intenso sobre las formas de resignificar el pasado reciente”, en el que intervienen distintos actores de la lucha.
“El tratamiento periodístico que los medios hegemónicos le han dado a un acto público aparenta tener un claro objetivo, el de distorsionar la realidad o producir una operación mediática que intenta clausurar el debate y las acciones en torno a la resignificación de la memoria”, continúa el escrito. En ese sentido, desde el Gobierno acusaron a esos medios de “realizar absurdas analogías entre el funcionamiento de lo que fue un centro clandestino de detención y las actividades que se realizan actualmente” y aseguró que éstos persiguen “desgastar la imagen de los funcionarios”.
Después se haberse mantenido al margen las primeras horas después de que se desatara la polémica, la titular de Madres de Plaza de Mayo emitió su descargo en declaraciones radiales expresando que “fue una difamación”.
“Convertimos el dolor en lucha, la muerte en vida. No son quienes para cuestionar la tarea que venimos llevando adelante desde hace tantos años”, precisó en Radio La Red.
Y agregó: “Se juntaron a hablar hace dos días. La oposición no existe”.
En defensa de la figura del ministro Alak, Bonafini señaló que “es uno de los perfiles más bajos” y que “desde los medios le pegan por la vigencia del debate de la Ley de Medios”.
Por su parte, en declaraciones a la prensa en la jornada del jueves, Estela de Carlotto justificó el asado y calificó de “absurdo” pedir la renuncia del titular de la cartera por un brindis de fin de año para la gente que trabaja en la Secretaría de Derechos Humanos.
Desde H.I.J.O.S. Camilo Juárez, integrante de ese colectivo, se mostró en la misma línea de la Secretaría y aseguró que “esto tiene más que ver con que Alak es el ministro que está defendiendo fuertemente la Ley de Medios”.
“No fue un asado, fue una presentación del Plan estratégico del Ministerio de Justicia, del que participaron sus trabajadores, y, como suele suceder, estas actividades siempre tienen un catering y brindis, y así fue en este caso“, subrayó. Respecto a los cuestionamientos de Herman@s de Desaparecidos por Verdad y Justicia, dijo: “Con la agrupación que dice esto no estoy de acuerdo; los respeto, pero insisto: no comparto su postura”.