La Secretaría de Inteligencia, a instancias de la presidenta Cristina Kirchner, levantó hoy el secreto sobre una serie de conversaciones telefónicas que formaban parte de la denuncia efectuada por el fallecido fiscal Alberto Nisman, pero pidió más información para revelar la identidad de los espías mencionados en la acusación.
Así se desprende de dos oficios enviados esta tarde por el secretario de Inteligencia, Oscar Parrilli, a la jueza federal María Servini de Cubría, quien estuvo hasta el viernes pasado subrogando a su colega Ariel Lijo, a cargo de la causa por encubrimiento de la AMIA.