La crisis política, social y económica en Venezuela se hace sentir en todas las esferas de un país que ha quedado en la mira del mundo.
Los venezolanos preparan una marcha para el 1 de septiembre contra el Gobierno de Nicolás Maduro. Diferentes sectores se concentrarán en siete puntos claves: Unicentro El Marqués, el Distribuidor Santa Fe, las urbanizaciones Caurimare y Santa Mónica, la Avenida O´Higgins de El Paraíso, la Plaza Venezuela y el Parque Cristal de la avenida Francisco de Miranda. Algunos permanecerán en sus ciudades y se manifestarán allí.
Si bien aún faltan 24 horas para las manifestaciones, los incidentes ya comenzaron en diferentes partes del país. Por su parte, el Gobierno anunció la detención del dirigente de Voluntad Popular, Yon Goicoechea. Además, un equipo periodístico que llegó desde Argentina para cubrir la concentración fue detenido y deportado.
Por otra parte, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) denunció que tres trabajadores de la cadena árabe fueron retenidos el lunes por las autoridades venezolanas a su llegada al aeropuerto internacional de Maiquetía, próximo a Caracas.
Noticias Urbanas dialogó con uno de los principales referentes de la oposición, Lawrence Castro del partido Voluntad Popular liderado por Leopoldo López, hoy preso y condenado por idear un presunto golpe de Estado contra Maduro.
Castro es politólogo, diputado del Parlasur y, además precandidato a la Gobernación del Estado de Mérida.
¿Cómo se encuentra la situación social en Venezuela?
– La situación social en el país es bastante dramática, tenemos una inflación superior al 400 por ciento, escasez por encima del 80 por ciento, tanto en alimentos como en medicamentos, desnutrición y un Gobierno que no permite a los venezolanos salir a las calles después de las 19 en ninguna parte del país. El Gobierno no ha dado señales de querer cambiar el modelo político, por el contrario lo profundiza atacando la empresa privada, persiguiendo la disidencia y cambiando la estructura educativa para profundizar la mediocridad en la sociedad.
¿Los organismos internacionales mantienen contacto con el país para ayuda sanitaria y de abastecimiento?
– Los organismos internacionales han manifestado su intención de ayudar a Venezuela en materia de crisis humanitaria pero el Gobierno de Nicolás Maduro no lo permite, eso evidencia el desastre económico, político y social que vivimos en nuestro país. Hemos recibido el apoyo de muchos países del mundo pero a Maduro no le importa que la gente se muera en los hospitales por falta de insumos médicos o peor aún, que se mueran de hambre en las calles.
¿Cuál será el futuro de Nicolás Maduro? ¿Lograrán el esperado referéndum revocatorio?
– El futuro de Nicolás se ve muy negro, muchas cuentas por pagar, violación a los DDHH, corrupción, narcotráfico, contrabando, y nosotros estamos convencidos que este año lograremos el referendo revocatorio. El Gobierno se acerca a su fin, y tenemos en claro que el fin no va a ser fácil pero llegará porque no van a ganar una elección y si deciden irse por la vía de las armas será peor, Venezuela saldrá a defender la única libertad que le queda y es el voto.
¿Cómo está la situación con Colombia? ¿Reabrieron la frontera o sigue cerrada?
– La frontera con Colombia todavía está cerrada. La abrieron a peatones por muy pocas horas a diario y permitió que los venezolanos vayan a comprar más barato todo, ya que nuestra moneda está devaluada ante el peso.
¿Qué tipo de relación mantiene Venezuela con Argentina, luego de que Mauricio Macri ganara las elecciones?, ¿se recrudece o se mantiene cordial la relación?
– Creo que Venezuela no está en condiciones para pelear con ningún gobierno y pienso que la nueva administración argentina está haciendo muy bien al desarticular a los delincuentes que se robaron el destino de ese maravilloso país por años y que hoy lo pueden recuperar si comprenden lo importante que es la democracia como ejercicio de convivencia social.
¿Qué opinión tienen los venezolanos del nuevo Gobierno argentino?
– El Gobierno argentino tiene que terminar aún de desarticular ese sistema corrupto, importado por el socialismo del siglo XXI y que está cayendo en el continente. Nosotros desde acá vemos con buenos ojos el proceso de cambio que vive hoy la República Argentina.
