Este martes, la intendencia de Avellaneda decidió echar a Stefanía Desirée Purita Díaz, quien cumplía diversas tareas en la Municipalidad y era parte del equipo de Jorge Ferraresi, actual ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat y exjefe comunal. Los motivos de la desvinculación fue luego de que se viralizaron fotos de la joven de 18 años en sus redes, con el carnet de vacunación que entrega el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires a quienes hayan sido inoculados.
Tras la difusión de esas imágenes la esposa de Ferraresi y actual jefa de gabinete del municipio, Magdalena Sierra, decidió suspender la beca y prescindir de los servicios que prestaba Purita, según reveló Infobae.
Purita milita en la Agrupación Eva Perón que conduce Ferraresi. Así llegó a la Municipalidad como parte del equipo de la Subdirección de Ceremonial y Protocolo, área bajo la órbita de Juan Alba Musich, cuñado del ministro de Hábitat.
Si bien no era directamente empleada (cuando ingresó era menor de edad y no podía ser contratada), desde el pasado aparece en fotos del equipo de Ceremonial, acompañando a su jefe en actos protocolares. Incluso hay posteos de la joven en Casa Rosada.
En el marco del escándalo, desde la Municipalidad de Avellaneda, intentaron justificarse al indicar que Purita era becaria que se desempeña en la Secretaría de Educación, y que la joven se había anotado en diciembre cuando Sinopharm “buscaba voluntarios” y “nadie confiaba en la vacuna”. “Tiene contacto con personas docentes”, agregaron para defender que se haya inoculado.
Pero existen datos llamativos que rodean la figura de Stefanía Purita. En su cuenta de Instagram menciona varios títulos: una licenciatura en Educación y Relaciones Internacionales, una diplomatura en Neurociencias de FLACSO y dos tecnicaturas, una en Políticas Públicas de la Universidad Siglo XXI y otra en Derecho Internacional de Harvard. Considerando que por su edad recién habría terminado la escuela secundaria, resulta inverosímil su historial académico.
Asimismo, por su edad, Purita no integra ningún grupo de riesgo y tampoco tendría enfermedades preexistentes que justificaran haber sido inmunizada contra el COVID. Sin embargo, resultó ser una privilegiada ante la escasez de vacunas que hasta el propio Poder Ejecutivo admite como una gran preocupación frente al aumento de los contagios.
Uno de los referentes de Juntos por el Cambio en Avellaneda, Luis Otero, se refirió a la polémica y afirmó: “Es un prueba mas del desinterés por la gente de la actual gestión municipal en donde se pone de manifiesto cómo manejan el poder para favorecer a sus militantes en desmedro del resto. Y cuando las cosas se hacen publicas tratan de esconder la mugre debajo de la alfombra. Por eso la echaron. Pero no es la única y no es un caso aislado. Los informes que se pidieron en el concejo deliberante jamás se contestaron”.