Vuelan, se manejan solos y salen la mitad que un viaje en un taxi tradicional. Está claro que Uber, la empresa más innovadora del mundo según el ranking de FastCompany, llegó al mundo para quedarse. No obstante, en Argentina, todavía no logra instalarse en el mercado debido a los intereses políticos de varios actores que impiden su participación. El principal opositor es Omar Viviani, del sindicato de taxis, aunque se sabe que pelea una batalla perdida.
Así las cosas, Uber continúa su carrera por impulsar el auto sin conductor. Luego de una investigación récord, de solo tres días de pausa y repliegue a San Francisco tras un accidente que amenazaba con truncar el experimento, la start up más valiosa del mundo volverá a poner sus coches sin conductor en las carreteras.
El viernes uno de sus autos sufrió un aparatoso accidente en Tempe (Arizona). Su vehículo chocó contra uno con un humano al volante y volcó. Uber anunció que cancelaba sus experimentos tanto en Arizona como en Pittsburgh. En San Francisco habían abandonado en diciembre, cuando se supo que no contaban con los permisos necesarios para circular en California. Pero el viernes por la tarde se pudo ver uno de sus vehículos adaptados para funcionar sin conductor por SOMA, el barrio tecnológico de San Francisco. Uber ha decidido volver a la ciudad donde nació para seguir con las pruebas de esta prometedora y polémica tecnología.
Un portavoz de la empresa asegura que no se rinden y que pronto volverán tanto a Arizona como a Pittsburgh, donde comenzaron los primeros experimentos a puerta cerrada. Uber asegura que empezarán solo con dos coches, recorriendo la ciudad para tener más y más datos que sirvan para afinar su funcionamiento pero no estarán disponibles para tomar pasajeros.
Waymo, la filial de Google dedicada al coche robotizado, ya ha recorrido más de dos millones de millas sumando todos sus vehículos. Es habitual verlos en Mountain View y también en la carretera 101, que une San Francisco con Silicon Valley. Los de Uber quieren reforzar la toma de datos para volver a llevar pasajeros. Google, al contrario, nunca ha ofrecido el servicio a particulares, solo a algunos de sus empleados que firman un contrato para formar parte de la investigación.