Jorge Castillo, la cara más visible del complejo de la feria conocida como La Salada, fue detenido en el marco de una causa que investiga una “asociación ilícita” que manejaba los puestos ilegales que se montaron durante años en el Camino de la Ribera, en la localidad de Ingeniero Budge, Lomas de Zamora.
Según informaron, en total hubo al menos 30 detenidos. Además de Castillo, dueño de “Punta Mogote”, la feria más grande, en la numerosa lista figuran su hermano Hugo y su sobrino, Adrián, propietarios de otros paseos de compras. También, cayeron tres policías: dos de la Bonaerense y una de la Federal.
En los 55 operativos se secuestraron unas 20 armas, entre las que había una picana eléctrica, 20 computadores, sistemas de monitoreo, documentación y plata. En el allanamiento que terminó con la detención de Castillo, en una casa de Luján, hubo una agente del grupo GAD terminó herido por una esquirla de un escopetazo.
La investigación, según trascendió, apunta a tres bandas que operaban en la zona. La disputa por el manejo de esos puestos callejeros, por los que se llegaba a cobrar hasta 800 pesos por día, desató una violenta guerra que terminó con al menos cinco muertos en un año y medio.
El botín es muy grande: a la recaudación por los alquileres de los pequeños stands, se le suma extras por “seguridad” y por “limpieza”, y el control de los “trapitos”.
El fiscal de la causa, Sebastián Scalera, expresó que varias personas “quisieron recuperar la zona y realizaron una serie de desmanes, cometieron robos, rompieron cámaras de seguridad e impidieron la circulación de vehículos”.
Las tres ferias legales más grandes de La Salada son Punta Mogote -a cargo de Castillo-, Urkupiña y Ocean, donde el 50 por ciento de la ropa que se vende es de marcas truchas. Esas prendas son producidas en muchos de los 30 mil talleres clandestinos que abastecen a los puestos.
Vecinos y puesteros de la zona contaron que facciones de las barras de Boca y River que manejaban los puestos ilegales montados sobre el Camino de la Ribera los apretaban. La denuncia era por lesiones, amenazas y uso de armas de guerra.
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