La dura pulseada que mantienen el Gobierno argentino y los acreedores por una deuda casi al borde del default por US$ 66.000 millones no se va a resolver hasta el último minuto, según estiman desde la Casa Rosada. Es decir que hasta el próximo viernes 12 de junio cuando se cumple el límite fijado no se van a tener certezas con respecto a la negociación. Es más, el oficialismo pidió tranquilidad y dejar la ansiedad por la definición del conflicto a un costado.
“Todo se definirá al final del período de suscripción, los acreedores tomarán su decisión a último momento, cuando cuenten con la mayor información disponible”, sostuvo el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos, quien además pidió dejar de lado la “ansiedad de cuándo, cómo y quién acuerda”.
En diálogo con Radio 10, el funcionario auguró: “Estimo que habrá acreedores que no digan nada o tengan reservas, y a último momento entren” al canje. En ese sentido, recordó que “en 2005 hubo una cantidad de acreedores importantes que se pasaron todo el período de suscripción diciendo que la oferta iba a fracasar y era un desastre, y a último momento entraron”.
Por ese antecedente, Chodos pidió “no caer en el pesimismo” sobre el resultado de las negociaciones. “Tendríamos que ser no pesimistas, tenemos que tener una cierta cautela. Estos grupos con los que se está negociando tienen intereses diferentes, vienen de posiciones diferentes, compraron en valores diferentes”, explicó el experto en finanzas.
El funcionario confirmó que la propuesta final será reformulada tomando en consideración la comunicación del Fondo Monetario Internacional de días atrás y posiblemente fruto de alguna interacción más con algún acreedor.
“No debería tardar mucho más”, señaló. Por otro lado, Chocos anticipó que en los próximos meses “va a haber un nuevo programa con el Fondo en algún momento previo a lo que sería el primer vencimiento de capital de 2021 y posterior a la reestructuración de la deuda con privados”. Al ser preguntado sobre la posición del FMI, el especialista destacó que en el organismo multilateral “ahora hay otro nivel de consciencia sobre lo que genera la desigualdad; hay otras circunstancias y se va modificando la institución”.