Las partidas de nacimiento, libretas de casamiento, fotomultas, habilitaciones de comercio, renovaciones de nichos de cementerios y todos los demás tributos denominados "derechos de timbre", que se llevan a cabo a través de la Dirección General de Tesorería del gobierno porteño, podrán pagarse a través del sistema "postnet", utilizando las tarjetas de débito y de crédito de la firma VISA. Así lo permite la resolución 1599 firmada por el secretario de Hacienda y Finanzas, Miguel Ángel Pesce, y publicada en el boletín oficial del 29 de mayo.
Pero lo que aún no se sabe es cuándo se implementará la medida, debido a que, según informaron fuentes gubernamentales, VISA pretende modificar las condiciones de pago y alargar, de esta manera, los plazos de acreditación al gobierno de los fondos recaudados.
Si las diferencias se zanjan, se habilitarían las terminales "postnet" en los Centros de Gestión y Participación (CGP) 1, 3, 7, 8, 9, 10, 12, 13, 14 Este y 14 Oeste, en los cementerios de la Chacarita y de Flores, en la Dirección de Administración de Infracciones, en la Unidad de Control de Faltas, en el Registro Civil central, en la Mesa General de Entradas, en la Dirección General de Rentas y en el Automóvil Club Argentino. La idea es adaptar el pago de los derechos de timbre a la situación de bancarización forzada que rige desde la implementación del corralito.
El subsecretario de Ingresos Públicos de la Ciudad, José Luis D’ Ipólito, aclaró a NOTICAS URBANAS que para el pago de los ingresos brutos y los impuestos de Patentes y Alumbrado, Barrido y Limpieza (ABL) no se aplicará este sistema. Según explicaron en la Dirección General de Tesorería, las máquinas no están adaptadas para el cobro de estas obligaciones.
Sin embargo, para el pago de las patentes y de ABL, el Gobierno porteño implementó hace un par de meses el sistema de débito automático -también para los usuarios de Visa- luego de intensas negociaciones que duraron cerca de dos años.
Para comenzar, el Banco Central tenía una disposición que asimilaba el pago de impuestos a la factura de servicios, por lo cual, el usuario de la tarjeta podía pedir la anulación del débito en un lapso de 30 días, algo que a las autoridades porteñas no los convencía demasiado.
El otro tema de discusión versó acerca de las comisiones que el Estado debía abonar a la entidad financiera. En lugar del pago por comprobante -que se utiliza en las operaciones bancarias- VISA quería que se le destinara un porcentaje por monto recaudado. "Finalmente se optó por la solución de reconocerles un porcentaje decreciente. Es decir, cuanto más recaudan, el porcentaje que les corresponde es menor", afirmó D’ Ipólito. El funcionario recordó que la comisión tope es del uno por ciento.
